MARÍA EUGENIA VIDAL YA ESTARÍA NEGOCIANDO UN ACUERDO POLÍTICO CON ALTERNATIVA FEDERAL
La gobernadora aseguró que Urtubey y Pichetto aceptarían llevar su candidatura a gobernadora, si cualquiera de ellos triunfara como precandidato a presidente en las PASO de Alternativa Federal
La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, abrió una negociación con Alternativa Federal para permitir que su candidatura a gobernadora de la Provincia de Buenos Aires sea una «colectora» de los pre candidatos a presidente de esa coalición peronista. María Eugenia Vidal asume que puede perder su reelección frente a la fórmula kirchnerista de Axel Kicillof y Verónica Magario, y decidió explorar una vía de negociación que tiene apoyo directo de Mauricio Macri y que necesita que la justicia electoral declare inconstitucional un decreto presidencial que hace sólo siete semanas había prohibido el uso de las listas colectoras.
El Presidente Mauricio Macri tiene escasa intención de voto en la provincia de Buenos Aires, mientras que Vidal se mantiene a flote y sufre el impacto político de la fórmula Kicillof-Magario, que tracciona todos los votos propios de Cristina Kirchner. En este contexto, María Eugenia Vidal pierde su reelección como candidata a gobernadora, pese a tener la mejor imagen pública de la Argentina.
La eventual derrota de Vidal condiciona también la reelección de Macri. Aunque jamás lo reconozcan en público, una frase ya se escucha con recurrencia en Balcarce 50:«Si pierde María Eugenia, pierde Mauricio», pronostican en las cercanías del Presidente de la Nación.
Frente a este escenario electoral, Vidal y sus ministros de confianza abrieron una negociación con Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto, los tres eventuales precandidatos a presidente de Alternativa Federal, que en los últimos días se encaminaba hacia la extinción política.
Las bases de negociación entre la gobernadora y la coalición justicialista son simples y pragmáticas: Vidal le da volumen político a los precandidatos del peronismo racional, y los precandidatos del PJ aportan a Vidal los votos necesarios para derrotar al kirchnerismo soft en la Provincia de Buenos Aires.
Vidal, Marcos Peña y Horacio Rodríguez Larreta se encontraron temprano en la Casa Rosada. Durante el cónclave de la Mesa Chica, Vidal explicó los términos de la negociación con Alternativa Federal, mientras el jefe del Gabinete y el jefe de Gobierno porteño escuchaban con atención.
La gobernadora aseguró que Urtubey y Pichetto aceptarían llevar su candidatura a gobernadora, si cualquiera de ellos triunfara como precandidato a presidente en las PASO de Alternativa Federal.
Y en el caso de Sergio Massa, que aún coquetea con Alberto Fernández, las negociaciones también habían avanzado hasta el borde del acuerdo político. Massa habló varias veces con ciertos delegados de Vidal, pero todo quedó entre paréntesis por las dilaciones en Balcarce 50 y el juego de zigzag que habitualmente imprime el líder del Frente Renovador a su táctica electoral.
En todos los casos, con Urtubey, Pichetto o Massa, el acuerdo implica que Vidal fuera «colgada» de la candidatura a presidente del candidato de Alternativa Federal, y ambos socios políticos pactarían las listas de legisladores provinciales y concejales bonaerenses.
Y si el acuerdo es con Massa, se establecería una cláusula extra: Vidal no presentaría candidatos en las intendencias que maneja Massa (10 u 11, en total), y Massa a su vez no designaría candidatos en las 69 intendencias que responden a Cambiemos. Con esta negociación prácticamente cerrada, los eventuales socios electorales esperan un fallo de la justicia que debería declarar la insconstitucionalidad del decreto presidencial que eliminó las listas colectoras. Ese decreto, escrito para proteger a Vidal de un posible pacto entre CFK y el Peronismo Federal, ahora traba legalmente un acuerdo político que podría beneficiar por igual a la gobernadora bonaerense y a Macri.
Aunque no haga falta, al Presidente no le molestaría firmar un nuevo decreto autorizando un mecanismo electoral que prohibió a mediados de abril. Macri quiere su reelección, y Vidal también. Fte. Infobae