Por: Carlos Fara. El 12 de junio se inscriben los frentes electorales y el 22 de junio las candidaturas. Sin embargo, la primera fecha ya anticipa lo que sucederá 10 días después.

Sesenta días no es nada y es una eternidad. Si consideramos que hace 90 días Lavagna era solo una especulación con su famosa foto en Cariló, y hoy es “nace una estrella”, es legítimo especular con todo tipo de escenario, hasta los más descabellados. Ni hablar que para las PASO quedan 120 días, para la elección general 6 meses y medio, y para un eventual balotaje 7 meses y medio. Es bueno refrescar estos dead lines para no perder la perspectiva del proceso.

Si nos remitimos a 4 años atrás, era bastante claro que Scioli era el candidato oficialista, Massa iba a armar un frente con De la Sota, y el radicalismo ya había sellado su alianza con el PRO que se llamaría Cambiemos, y cuyo número puesto era el actual presidente. Es decir bastante certidumbre sobre la oferta electoral.

Siguiendo con la revisión histórica, Scioli marchaba primero, y existía una disputa de segundo lugar entre Macri y Massa por estas fechas. La foto de las PASO generaron una gran incógnita: ¿el gobernador bonaerense iba a ganar en primera vuelta o necesitaría ir a un balotaje? En el círculo rojo pocos confiaban en el circuito virtuoso Macri – Vidal.

Hoy es toda incertidumbre. Hasta la candidatura del presidente algunos la ponen en duda, y ni hablar de CFK. Con ese grado de variabilidad, no se le puede pedir a la gente que dé respuestas sólidas, y tampoco le deberíamos pedir a las encuestas “la posta”. De modo que a tomar todo con pinzas, y a auscultar al electorado con otras variantes.

Volviendo al inicio de la nota, lo que se formalice el 12 de junio será el fruto de que “pasaron cosas”. Repasemos lo más seguro:

 

  1. Se mantiene Cambiemos y Macri es candidato único: más allá de los conflictos y especulaciones, los actores relevantes no creen / quieren que suceda algo distinto. El “Plan V” suena difícil. La jefatura es del presidente.
  2. Lavagna candidato: además de su decisión personal, su proyecto ha superado la fase 1 (instalarse en el escenario con expectativa). Está tejiendo una masa crítica desde el poder económico, social y mediático. Ahora entra en fase 2: la articulación política. No hay que dejarse llevar mucho por declaraciones que lo pongan en duda. Lo otro a tener en cuenta es que él considera que Ella es mancha venenosa.

Es muy poco solo 2 semi certidumbres. Pero la verdad es que el resto sigue en el aire. Listemos:

  1. Cristina candidata? Dadas las encuestas, la situación económica, el desgaste de Macri, las movidas políticas que hace en las provincias, la ausencia de delfines con hándicap y mientras Lavagna no suba demasiado, es más probable que ella sea candidata. El punto es: ¿cuándo lo decidirá para que si la respuesta es negativa, exista el tiempo suficiente para que acomodar a la tropa, y el electorado procese favorablemente la movida? ¿Le entregará a Lavagna la posta sin decirlo? ¿Ordenará a su tropa ir a una unidad opositora? ¿Quién le garantiza que sus procesos judiciales no terminen de meterla presa? ¿Y la situación de Florencia? Quedan solo 60 días para que ella se auto responda todas esas preguntas. Su mejor defensa a futuro son sus votos contantes y sonantes.
  2. Massa candidato? Hoy sí. Las cuestiones claves son: ¿puede asegurar un piso de 8 / 10 puntos que lo vuelvan un actor imprescindible de una coalición? ¿se bajará frente a la exigencia de Lavagna? (poco probable) ¿aceptaría ser candidato a gobernador de una unidad opositora? (nada probable) ¿qué sentido tiene ir hasta el final? (favorecer al gobierno, con el que no tiene problema en sentarse a negociar) ¿puede ser el candidato de CFK sin que sea explícito? (no hay que descartarlo). En todo caso, más allá de los votos que junte, es un negociador muy hábil y es duro de matar. No es menor en este mar de incógnitas.
  1. Qué hará Urtubey? Por lo compromisos tomados, algo va a hacer, no se va a ir a su casa. Todavía tiene posibilidades de ser candidato a senador por Salta, en donde la situación electoral de su espacio es débil. Pero parece difícil que llegue a la discusión final.
  2. Cambiemos se parte? Muy poco probable. Carrió va a estar firme. Los actores que definen la discusión dentro del radicalismo no ven alternativa: ya fueron con Lavagna en 2007 y la experiencia fue “no positiva”.

Seguimos sosteniendo que la moneda está en el aire. Los que aseguran que pese a los 2 años de recesión y alta inflación Macri puede ser reelegido, pasan por locos. El problema es que no queda claro qué es ser cuerdo.