ALGUNOS GOBERNADORES PERONISTAS LE INDICARON AL PRESIDENTE QUE TOME NOTA SOBRE EL PARO DE LA CGT
La postura de Urtubey tuvo puntos de contacto, en rigor, con la de la bonaerense María Eugenia Vidal, para quien -en línea con el pensamiento de Macri, que reeditó ayer- «la huelga es un derecho» pero «no transforma la realidad
Gobernadores peronistas llamó a que Mauricio Macri «tome nota» y «reflexione» ante «el mensaje» que dejó el paro general motorizado ayer por la CGT y las dos CTA.
Sin embargo, la mirada no fue unánime dentro del PJ y brotaron nuevas señales de diferenciación.
La reacción se dio en el marco de una huelga general, la tercera durante el mandato de Macri, que se hizo sentir -aunque de manera dispar- en las provincias, y que tuvo como una de sus herramientas más eficaces la adhesión del transporte, que alimentó la ausencias en la administración pública, las escuelas y el sector privado.
Aunque con matices, en la primera senda se expresaron los peronistas de San Juan, Sergio Uñac, y de Chaco, Domingo Peppo; el vice justicialista de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y también el chubutense Mariano Arcioni (Chubut Somos Todos).
«El paro tuvo a nivel nacional una contundencia que debe llamar a la reflexión, especialmente al Gobierno nacional», sentenció Uñac, quien mantiene desde hace meses un cultivado perfil bajo tras la alta exposición de 2017, en medio de la discusión con la Casa Rosada por el Pacto Fiscal y la buena performance en las legislativas locales.
«Los secretarios generales hablaron conmigo y me expresaron la verdadera preocupación que tienen, al igual que las bases, ante la difícil situación, la creciente inflación y la devaluación que golpeó los bolsillos de los trabajadores; ésta debe ser una jornada de paro y reflexión para saber qué camino hay que tomar, y los más favorecidos deben ser los trabajadores», arengó Uñac, aunque señaló que en San Juan el impacto de la medida de fuerza «fue menor».
En sintonía, desde Chaco, Peppo calificó a la huelga como «una señal para el Gobierno nacional, que debe tomar nota que a la gente le está afectando y mucho la situación que vive el país, con una inflación que rondará el 30%»
«Yo no quiero ponerle componentes políticos al paro, pero seguramente tiene una mirada en el sentido de recuperar salarios y contar con estabilidad laboral», dijo, e insistió: «Las acciones que genera el gremialismo son mensajes que el Gobierno nacional debe leer y que permitan un diálogo para encontrarle una salida al país».
«Que el Gobierno nacional empiece a escuchar a los sectores perjudicados», instó, por su parte, el tucumano Jaldo.
En tanto, desde Chubut, un distrito castigado por las duras urgencias financieras y las protestas gremiales, Arcioni remarcó en las últimas horas que «el paro general nacional es parte de las señales que hay que saber oír».
Sin embargo, la mirada no fue unánime y salió a diferenciarse el salteño Juan Manuel Urtubey. «Creo que hay que lograr consenso más que agudizar contradicciones; los paros son una herramienta legítima, pero para mí no sirven mucho», disparó el mandatario justicialista, quien no oculta sus aspiraciones presidenciales para 2019.
«Tenemos que ver de qué manera salimos de esta situación complicada. Claramente estamos en una Argentina con inflación, sin crecimiento económico, y si a eso se le aumentan mayores niveles de conflictividad social, la situación se nos hará realmente cada vez más complicada», enfatizó, aunque admitió que fue «un paro importante».
La postura de Urtubey tuvo puntos de contacto, en rigor, con la de la bonaerense María Eugenia Vidal, para quien -en línea con el pensamiento de Macri, que reeditó ayer- «la huelga es un derecho» pero «no transforma la realidad».
Por de pronto, ayer la huelga de la CGT y las dos CTA se hizo sentir en las provincias pero tuvo impacto dispar, y la adhesión del transporte alimentó las ausencias en los distintos sectores del ámbito público y privado.
En algunos distritos,sin embargo, el acatamiento fue menor. Por caso, desde Mendoza, el ministro de Gobierno, Justicia y Trabajo, Dalmiro Garay, afirmó que la actividad fue «casi normal», con registros de inasistencia casi nulos en las distintas actividades. Y, en esa línea, señaló que «el acatamiento ha sido del 1,22 por ciento» en las escuelas, en un distrito donde pesa fuerte el pago del Ítem Aula por presentismo.
En cambio, los gremios docentes bonaerenses y porteños aseguraron que la huelga fue «contundente» y la adhesión, «altísima». «En todas las paritarias se ha insistido sobre un 15%, que hoy ya es arcaico, pero jamás voy a firmar una paritaria a la baja; hoy, mínimo, se está hablando de un 27% de inflación y otras visiones ya están superando el 30%», dijo la titular de la FEB, Mirta Petrocini.fTE. Ambito