viernes 22 de noviembre de 2024 08:34:09

UN FUNCIONARIO DEL GOBIERNO DE MACRI HABRÍA OCULTADO DINERO EN UN PARAÍSO FISCAL

Es que el subsecretario general aseguró que solo le hizo «un favor» a un amigo. “Francisco Casal tenía problemas en su país y me pidió el favor

El subsecretario general de Mauricio Macri, Valentín Díaz Gilligan, decidió que ese sería el mejor destino para esconder 1,2 millones de dólares. Al igual que ocurrió con otros casos de «conflicto de intereses», el funcionario dice desconocer que tenía ese dinero, ya que solo le hizo «un favor» a un amigo, pero fue luego de 11 meses de comenzar en la función pública que optó por «desaparecer» de esa cuenta.

En una investigación del diario El País, la Argentina vuelve al centro de la escena política internacional por un escándalo millonario de un funcionario de Cambiemos. Es que a Díaz Gilligan se le encontró una cuenta por 1,2 millones de dólares en Andorra, un pequeño país, de tan solo 78.264 habitantes, que se encuentra entre España y Francia. Pero no es por su extensión o su población que el miembro del Gabinete habría elegido este lugar para ese dinero, sino porque hasta el pasado año existía el secreto bancario.

Según destaca el periódico español, esta suma permaneció en una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA) a nombre de una sociedad, siendo que el mismo funcionario figuraba ante el banco como representante de la empresa y accionista de la sociedad Line Action Ltd. Pero, como si se tratara de una suerte de «discurso preestablecido», Díaz Gilligan indicó a ese medio ibérico que ese dinero no era suyo.

De todas maneras, en los papeles aparece que esa cuenta se abrió en 2012, momento en que el ahora funcionario presidencial se desempañaba en el Gobierno porteño, siendo asesor del, por entonces, Jefe de Gobierno, Mauricio Macri. Incluso, estuvo como titular hasta diciembre 2014, cuando ya era director general de Promoción Turística porteño. “Como consecuencia del nombramiento del accionista como director general de Turismo de Argentina, este decide dejar la actividad comercial que desarrollaba a través de Line Action y vende la sociedad el 3 de noviembre de 2014”, asegura un documento confidencial de la BPA al que tuvo acceso El País.

De todas maneras, la defensa de Díaz Gilligan es similar a la que se escuchó cuando el mismo primer mandatario fue «víctima» de los Panamá Papers, donde no se trató de un amigo, sino su propio padre. Es que el subsecretario general aseguró que solo le hizo «un favor» a un amigo. “Francisco Casal tenía problemas en su país y me pidió el favor. Tenía un juicio con el fisco que ganó y no podía figurar. Confiaba en él. La plata nunca fue mía. Además, yo no ejercía entonces cargo público. Era asesor y facturaba como autónomo”, argumentó el funcionario al medio español.

“Pedí que me sacaran. No me parecía bien continuar, ya ocupaba un cargo político. Tenía una exposición pública, no quería estar en una sociedad donde no tenía ningún control. No había incompatibilidad, no era ilegal, pero era una actividad que, además, no me generaba ningún ingreso”, se defendió, pero la venta se realizó casi un año más tarde de que se convirtiera en funcionario público.

“Creí que había cesado en julio de 2014”, dijo sobre la venta de Line Action que realizó el 3 de noviembre de 2014, once meses después de convertirse en funcionario porteño. De todas maneras, según el registro mercantil de Reino Unido, no se alejó por completo de esta situación, ya que solo horas más tarde volvió su puesto de director de la mercantil. En este punto, Díaz Gilligan vuelve a recaer en la misma argumentación del desconocimiento, ya que niega saber que esta sociedad, de la cual se desconoce quiénes son sus dueños, pertenecía a una mercantil panameña.

Por su parte, la Banca Privada d’Andorra (BPA), al notar que Díaz Gilligan se desempeñaba en un cargo público, en diciembre de 2014, momento de la venta, pidió a su departamento de prevención de blanqueo que le brindara información adicional sobre el cliente. Pero las «alertas» llegaron luego de que el actual subsecretario de Gobierno se alejó de su empresa británica.

“Hemos solicitado un informe detallado del comprador y de las circunstancias de la venta de la sociedad para valorar la continuidad”, solicitó la BPA, siendo que en dicha cuenta de la empresa Line Action había, en diciembre de 2014, un saldo de 1,2 millones de dólares, la cual continuaba creciendo gracias a diferentes transferencias de Uruguay de “clubes de fútbol”, según explica el banco. Es que, además de todo esto, Díaz Gilligan es vocal de River Plate.Fte.ElIntransigente