viernes 22 de noviembre de 2024 02:14:59

EL BCRA HABRÍA COMENZADO UNA ETAPA DE RECORTE EN LAS TASAS

Los analistas ayer también mostraron que la decisión del Central fue más un gesto político y hasta calificaron de testimonial la baja de la tasa

El Gobierno, si bien buscó destacar que el Banco Central es independiente y que sus decisiones son respetadas, esperaban que la baja fuera mayor, tras el relajamiento de las metas de inflación para este año anunciadas el jueves 28 de diciembre.

La sorpresa se conoció pasadas las 17, cuando el BCRA envió su comunicado de Política Monetaria en el que informó que el recorte sería de 75 puntos. (Más información en F&M)

El mensaje desde la autoridad monetaria fue claro: Naturalmente, si se busca una menor velocidad de desinflación que la planeada originalmente, corresponde un sendero de política monetaria menos contractivo que el que antes se preveía. Pero esa moderación en el sesgo contractivo sólo podrá sostenerse en el tiempo en la medida en que la evolución de la desinflación sea compatible con la trayectoria buscada, se lee en el documento.

Desde el Gobierno recordaron que es el Poder Ejecutivo el que fija las metas de inflación, tal como se percibió el 28 de diciembre cuando fue el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el que anunció el nuevo objetivo de 15% para 2018. Y que el Banco Central es el encargado de hacerlas cumplir. Con qué ritmo concrete la reducción de las tasas, depende de la decisión de Federico Sturzenegger, aseguraron.

 En Hacienda ayer daban por seguro que el recorte en el precio del dinero seguirá en los próximos meses. La decisión del Banco Central no modifica en nada las previsiones para este año que fueron plasmadas en el Presupuesto, sostuvieron. En ese sentido, ratificaron que la economía va a crecer más de un 3% (el Prespuesto marca un 3,5%) y que el boom del crédito va a continuar. Las metas de inflación más bajas dan la posibilidad de tasas menores, aseguraron.

Por su parte, fuentes de Producción sostuvieron que el recorte anunciado ayer va en línea con la posibilidad de otorgar más créditos a las Pymes. Las nuevas metas de inflación dan mejor previsibilidad, nos permiten seguir bajando la inflación y al mismo tiempo impulsar el crecimiento 2018, que va a ser el primer año par con crecimiento en mucho tiempo, aseguraron.

La decisión del Banco Central, de un gradualismo monetario, de recortar poco la tasa de

interés, se produce cuando se empiezan a negociar las paritarias en diferentes gremios. Ya luego del anuncio de las nuevas metas de inflación, el mercado reaccionó subiendo las expectativas de aumentos de precios para este año. De hecho, algunos economistas la elevaron hasta 2,2 puntos porcentuales y la situaron por encima del 19%.

Por eso, estos números son mirados de cerca por los gremios en la pulseada por los salarios, en un año en el que el Gobierno no está muy dispuesto a incorporar el intento fallido de la cláusula gatillo, la vedette del año pasado.

Los analistas ayer también mostraron que la decisión del Central fue más un gesto político y hasta calificaron de testimonial la baja de la tasa.

No estuvo en línea con ciertas expectativas del mercado fue la magnitud de la relajación: sólo 75 puntos básicos. La reducción fue significativamente menor a la observada en el rendimiento de la Lebac de menor plazo en el mercado secundario (aproximadamente 200 puntos básicos) y la tasa que sugería el Ministerio de Finanzas a través de la emisión de Letes en pesos, reconocieron desde Ecolatina.

Y ahondaron cuando dijeron que el recorte haya quedado a mitad de camino es indicativo de dos puntos. Por un lado, que la puja entre el Ejecutivo y el BCRA en torno al nivel de las tasas no parece totalmente saldada y, por el otro, que la autoridad monetaria no claudica en el uso de la tasa de interés como herramienta anti-inflacionaria.

También desde ACM reconocieron que el BCRA parece haber querido mantener su postura fuerte en la lucha contra la inflación y al mismo tiempo dar una señal de independencia de la autoridad monetaria. Ahora bien un recorte tan escaso no parece justificar el ruido político que generó el cambio de metas.

La lectura que hacen es que Sturzenegger se queda con margen para futuras bajas en las tasas aunque advierten que el riesgo de esta estrategia es que ese margen tal vez se vea acotado a la luz de los datos de inflación de diciembre por encima del 2,5% y el aumento de tarifas y combustibles para los primeros meses del año y sus efectos de segunda ronda tornarán más difícil justificar nuevas bajas.Fte. Cronista