NUEVA ESTRATEGIA DEL GOBIERNO PARA TRATAR LA REFORMA PREVISIONAL
La reforma laboral es el único proyecto que el gobierno nacional no pudo aprobar del paquete del «reformismo permanente» de fin de año
Mauricio Macri ordenó cambiar la estrategia en la Cámara de Diputados y buscará una negociación más personalizada con cada legislador, acordando particularmente con cada uno, sin confiarse en los tratos con los gobernadores, aunque mantendrá la relación y el diálogo con los jefes provinciales. La nueva estrategia se estrenará en la discusión del proyecto de ley de reforma laboral, según pudo saber de altas fuentes oficiales. La laboral es una iniciativa potencialmente tan conflictiva como la previsional. El oficialismo quiere tratarla en el Congreso en febrero.
El grupo de operaciones para trazar la nueva estrategia estará encabezado por el jefe del Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, por la Casa Rosada. Se complementarán, en la Cámara baja, con el presidente del cuerpo, Emilio Monzó, y con el jefe del bloque de Pro, Nicolás Massot.
La reforma laboral es el único proyecto que el gobierno nacional no pudo aprobar del paquete del «reformismo permanente» de fin de año. El jefe del bloque de senadores del peronismo, Miguel Ángel Pichetto, lo frenó en el Senado al comprobar que la iniciativa no generó consenso pleno en la CGT.
El macrismo tomó nota de que la primera minoría en Diputados, con 108 bancas, no le permite imponer con holgura cualquier proyecto de ley y menos los más controvertidos. En ese rango, entrará la reforma laboral que Macri reclama para bajar los costos laborales, mejorar la competitividad, las inversiones y el crecimiento del empleo.
«La relación con los gobernadores seguirá en pie porque son los que tienen la responsabilidad de la gestión y la influencia en el Senado. Pero muchos de ellos no controlan a sus diputados, lo hemos comprobado en la reforma previsional», dijo una alta fuente oficial. De hecho, Cambiemos ganó esa votación sólo por 127 votos a 117, lo cual encendió las alarmas.
«Tenemos que hacer una mejor alianza en Diputados: los salteños estuvieron divididos, y muchos gobernadores le sacaron el cuerpo: Sergio Uñac, de San Juan, no jugó a favor porque José Luis Gioja lo corría por izquierda», dijo una fuente oficial. «Sergio Casas, en La Rioja, tiene una interna con Luis Beder Herrera, el ex gobernador. Y Gildo Insfrán, de Formosa, y Carlos Verna, de La Pampa, jugaron bien en el Senado, pero no pusieron los votos Diputados. Hay que personalizar la relación con los diputados», agregó el funcionario.
También descubrió que no puede confiar en Miguel Lifschitz, de Santa Fe, ni en Gerardo Zamora, de Santiago del Estero.
En el equipo de operadores oficialistas cobrará relieve también el viceministro del Interior, Sebastián García de Luca, y algunos diputados de Pro recién llegados, como Guillermo Montenegro, Carmen Polledo, Ezequiel Fernández Langan y Sergio Wechsler. Tienen por delante un trabajo artesanal: negociar con cada diputado según intereses particulares de cada dirigente. El desafío será ahora identificar a los «lobos esteparios» de la oposición, aquellos que juegan en forma solitaria. Un ejemplo de ello fue Alfredo Olmedo, el salteño, que fue convencido a último momento por Frigerio. En Diputados los votos se cuentan uno por uno.
Los operadores de Pro tendrán por delante una perseverante tarea de ablande. La estrategia fina dentro de Diputados la va a definir Monzó, que es el más conocedor de cada personalidad y cada inclinación. También señalan que en la estrategias será clave el jefe del bloque de la UCR, Mario Negri, el más experimentado en los pasillos parlamentarios entre los hombres de Cambiemos.
«Hay que afianzar la relación con los diputados en persona. No siempre el gobernador asegura el voto del diputado», aseguran en Balcarce 50. Es quizás el mayor aprendizaje que dejó 2017.Fte.La Nación