sábado 23 de noviembre de 2024 13:07:53

Los grandes vencedores de la nueva AFA

Para el presidente Mauricio Macri, la Sociedades Anónimas en el fútbol son una vieja aspiración planteada en 1998 y rechazada por 41 votos sobre 42

Aunque en la inminente «foto de familia» se vea a todos los actores sonrientes y unidos, la nueva AFA tiene sus grandes vencedores.

Comencemos por el Gobierno. Ha impuesto con su enfática injerencia casi todos los ítems aspiracionales. Logró deshacerse del contrato de Fútbol para Todos pagando el menor costo resarcitorio posible: 350 millones de pesos. Y un distracto que lo deja exento de toda litis futura.

No es todo. Ahora y por cinco años, los derechos audiovisuales estarán a cargo de la empresa más próxima a sus afectos: la sociedad Turner-Fox con la producción a cargo de Torneos. Importante y esperado doblete a favor del Gobierno.

Además, también es uno de los vencedores porque finalmente la AFA admitió por unanimidad la Superliga. Y si bien es cierto que deseaba también la admisión de las Sociedades Anónimas, debió resignarse a excluirla de sus objetivos tentativos. Seguramente volverá por ella en pocos meses. Será o por la consideración de las nuevas autoridades de la AFA o por algún camino parlamentario con envase de ley.

Para el presidente Mauricio Macri, la Sociedades Anónimas en el fútbol son una vieja aspiración planteada en 1998 y rechazada por 41 votos sobre 42. 

Para el Ejecutivo, el trabajo de Fernando Marín –Director del Programa Fútbol para Todos- fue encomiable. Logró todo lo que le pidieron en tiempo récord. Por cierto que Fernando de Andreis, Secretario General de la Presidencia, fue su principal soporte. Nunca dejó de estar sobre el tema y participar en persona de las innumerables reuniones con los dirigentes de AFA. Algunas de ellas fueron cordiales, otras controversiales y también las hubo ríspidas.

Cuando Macri le exigio telefónicamente a Gianni Infantino que la FIFA intervenga a la AFA sin sancionarla deportivamente, estaba reivindicando su frustrado proyecto de un nuevo orden.

Daniel Angelici también es uno de los vencedores. La AFA no pudo llevar a cabo la elección de autoridades el 30 de Junio de 2016. Un pedido de la Jueza Servini a la Secretaria General de Gobierno impulsó la inmediata intervención de la Inspección General de Justicia. Por entonces, los candidatos eran Claudio Tapia, Hugo Moyano, Nicolas Russo, Armando Pérez y Marcelo Tinelli, quien se bajo 48 horas antes de la intervención. Ninguno de ellos aplicaba para el Gobierno.

Es cierto que a Daniel Angelici le sorprendió la designación de Armando Pérez como Presidente de la Junta Interventora. Y acaso mucho más que Javier Medin sea el vicepresidente. El abogado Medin es integrante de una lista opositora a la de Angelici en la política interna de Boca. Resulta fácil suponer que el Gobierno operó la

Los primeros habrían de ocuparse de las cuestiones instrumentales del distracto de Fútbol para Todos, la traumática situación administrativa y los pagos consecuentes. Daniel Angelici, en cambio, llevaría adelante los vínculos personales con los dirigentes del fútbol y el tramado político emergente hasta encontrar el camino de la concordancia.

Lograr una lista única, un presidente democráticamente elegido, una Superliga, reiniciar la institucionalidad , haber reformulado el Estatuto y la Asamblea cumpliendo con la FIFA y nombrarse vicepresidente 1° de la AFA, le dan a Daniel Angelici una cuota del éxito. Es uno de los vencedores.

Claudio Tapia, el nuevo presidente de la AFA es el principal vencedor. Mantuvo siempre alineada a su «tropa». Y supo además aceptar el juego político del ceder y hasta abdicar posiciones para llegar hasta el sillón presidencial. Les tendió la mano a sus adversarios aún sin creerles demasiado.

Tapia sabía que Macri hubiera preferido a otro candidato. Alguien de la Primera División. Lo buscaron y no lo hallaron. Y los que se ofrecieron voluntariamente, carecieron de un mínimo consenso. Cualquiera de ellos hubiera perdido en las urnas contra Chiqui. Sin embargo, el presidente virtual de la AFA evitó esa enorme satisfacción con tal de que nadie salga herido o derrotado. Su actitud conciliadora puede leerse como un mensaje de doble interpretación. Tolerar todo para llegar a ser presidente y después de serlo que los » demás lo toleren a él»…

Pablo Toviggino es otro de los grandes vencedores. Aceptó ser el Tesorero de la Junta Interventora. Al ver que su rol era subestimado por los demás miembros nombrados por el Gobierno Nacional y la Conmebol, como en el caso de Carolina Cristinziano, los denunció. Su enorme mérito es haber sostenido con acciones de fina estrategia al importante bloque del Interior.

Este joven dirigente santiagueño siempre tuvo claro que la alianza con el Ascenso asegurarían 21 votos de una Asamblea reformulada de 43 sufragantes. El eje con Tapia fue indestructible. Para ello hubo que viajar por todo el país, mantener reuniones, organizar foros, adecuarse a marchas y contramarchas, sobreponerse a muchas presiones, discutir con los enviados de la FIFA y de la Conmebol que querían imponer un máximo de 18 asambleístas del Ascenso más el Interior, y pelear hasta por quién sería el encargado de evaluar la idoneidad del candidato.

También Daniel Ferreiro puede considerarse un vencedor. Su categoría, la B Nacional, le respondió y hasta llegó a un paro –el primero- ante las promesas incumplidas de la Junta Interventora. Además, el contenido de sus tuits, contundentes y filosos, no reflejaban una posición personal; para el lector de entrelineas había allí una clara posición política del bloque. Tal frontalidad y coraje suelen tener consecuencias individuales, pues generalmente se convierte en pieza de negociación con la parte atacada.

Por cierto que Daniel Degano de la B Nacional, Francisco Javier Marín de la Primera B, Adrian Zaffaroni de la C y Dante Majori de la D también son vencedores. Llevaron con destreza a cada una de sus categorías en esa lucha contra la cual el tiempo siempre conspira. Ellos vienen desde antes del 38-38 -del 3 de Diciembre de 2015- peleando por la reivindicación de sus divisiones. El contexto en que se daba esta dinámica situación los unió para que estas diferentes categorías del Ascenso tuvieran asegurado un lugar en el primer Comité Ejecutivo de 14 sillas. Había un solo proyecto y trabajaron para consolidarlo políticamente. Era lo que los colegas de cada una de las categorías esperaban de ellos.

Y en apenas unos días más estaremos frente a un fenómeno impensado. El Ascenso y el Interior, que en el antiguo Comité Ejecutivo –el de Grondona– tenía una representatividad del 29.6 por ciento con 8 representantes entre 28 miembros, hoy tendrá el 50 por ciento, pues ha logrado en la discusión del nuevo Estatuto 7 lugares entre los 14 miembros.

Todo lo contrario a lo que querían la Junta Interventora, la Conmebol y la FIFA. Y, por si fuera poco, recordemos que el Presidente también pertenece al Ascenso. A priori este hecho –no es el único– obliga cuanto menos a respetar a Chiqui Tapia. Y a quienes como Pablo Toviggino y un conjunto de dirigentes, armaron la ingeniería que condujo a éste final.

Y por ultimo, entre los vencedores están los miembros del Tribunal de Disciplina de la AFA. Este cuerpo independiente siempre fue un recurso para aquellos que quisieran manifestar sus reclamos, protestas o denuncias. Es así que produjo tres fallos en contra de la Junta Interventora, enviándole, como corresponde toda su actuación a la FIFA.

El Tribunal de Disciplina de la AFA, cuyo presidente es el Escribano Fernando Mitjans, siempre fue el ámbito contenedor y probo al cual recurrieron los dirigentes en representación de unas instituciones irrespetadas –como el propio Tribunal – por una intervención tan avasallante como soberbia.Fte.Textual Infobae