FRANCISCO VOLVIÓ A RECHAZAR LA UNIÓN ENTRE DOS PERSONAS Y ABRIÓ LA PUERTA A LOS DIVORCIADOS
La unión debe ser entre un hombre y una mujer, fue la postura repetida por el Papa. Eso, sí: pidió protección a lesbianas y gays de la «injusta discriminación» a la que son sometidos
En el marco de la exhortación apostólica titulada Amoris Laetitia, por los cardenales Lorenzo Baldisseri y Christoph Schoenbor, se anunció que el Papa rechazó una vez más la unión entre personas del mismo sexo. No obstante esta cuestión manifestaron que quedó abierta la puerta para que las personas divorciadas puedan volver a la comunión. Con respecto el Papa Francisco volvió a resaltar al matrimonio tradicional y a la vez reconoció que la vida no es «perfecta». En la exhortación de 256 páginas, Francisco cerró las puertas al matrimonio gay al tiempo que pidió comprensión para la comunidad homosexual. La unión debe ser entre un hombre y una mujer, fue la postura repetida por el Papa. Eso, sí: pidió protección a lesbianas y gays de la «injusta discriminación» a la que son sometidos. El Pontífice exigió al clero no usar las «leyes morales» como si fueran armas para condenar a los fieles.
«En el curso del debate sobre la dignidad y la misión de la familia, los Padres sinodales han hecho notar que los proyectos de equiparación de las uniones entre personas homosexuales con el matrimonio, ‘no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia […] Es inaceptable que las iglesias locales sufran presiones en esta materia y que los organismos internacionales condicionen la ayuda financiera a los países pobres a la introducción de leyes que instituyan el «matrimonio» entre personas del mismo sexo’«, señala el documento.
En otra de las páginas más salientes de Amoris Laetitia, Francisco manifiesta: «La mirada de Cristo, cuya luz alumbra a todo hombre inspira el cuidado pastoral de la Iglesia hacia los fieles que simplemente conviven, quienes han contraído matrimonio sólo civil o los divorciados vueltos a casar. Con el enfoque de la pedagogía divina, la Iglesia mira con amor a quienes participan en su vida de modo imperfecto: pide para ellos la gracia de la conversión; les infunde valor para hacer el bien, para hacerse cargo con amor el uno del otro y para estar al servicio de la comunidad en la que viven y trabajan. Cuando la unión alcanza una estabilidad notable mediante un vínculo público puede ser vista como una oportunidad para acompañar hacia el sacramento del matrimonio, allí donde sea posible«.
Y añade: «La crisis de los esposos desestabiliza la familia y, a través de las separaciones y los divorcios, puede llegar a tener serias consecuencias para los adultos, los hijos y la sociedad, debilitando al individuo y los vínculos sociales«. Francisco también se refirió a los divorciados manifestando que hay casos que son inevitables. Dijo también que luego de la ruptura o divorcio la Iglesia debe acompañar.No obstante esto dijo que el divorcio es «un mal» y es muy preocupante el crecimiento de los divorcios. Por eso, el Ppaa continuó diciendo es importante la tara Pastoral con respecto a las familias.Fte.Infobae y Prisma