BERLIN CELEBRO LOS 25 AÑOS SIN EL MURO
En ese mismo acto, El ex líder soviético Mijail Gorbachov y el ex presidente y sindicalista polaco Lech Walesa recibieron hoy una sonora ovación en Berlín durante los actos por los 25 años de la caída del Muro (1961-1989)
Cientos de miles de personas participaron hoy en las calles de Berlín de conciertos al aire libre y actos en recuerdo por los 25 años de la caída del Muro que durante casi tres décadas (1961-1989) partió en dos la ciudad y el mundo.
«La caída del Muro nos mostró que los sueños pueden hacerse realidad. Nada está obligado a mantenerse como es. Es la experiencia que queremos compartir hoy», señaló la canciller alemana, Angela Merkel , al abrir el acto central en recuerdo de un día que cambió la historia.
La primera canciller alemana crecida en la antigua Alemania comunista (RDA) consideró que la caída del Muro el 9 de noviembre de 1989 envía un mensaje de esperanza a las partes del mundo en donde «los derechos humanos se ven amenazados o directamente pisoteados».
«Podemos cambiar las cosas para mejor. Ése es el mensaje de la caída del Muro», señaló. «Es un mensaje que se dirige a nosotros en Alemania, pero también a Europa y al resto del mundo. Y especialmente en estos días a los pueblos de Ucrania, Siria, Irak».
La líder cristianodemócrata (CDU) habló junto a la «franja de la muerte» en la Bernauerstrasse, emblemática calle por la que pasaba la frontera. Allí inauguró la ampliación de la zona de recuerdo del Muro al aire libre y una nueva muestra permanente dedicada al tema.
OVACIÓN A GORBACHOV
En ese mismo acto, El ex líder soviético Mijail Gorbachov y el ex presidente y sindicalista polaco Lech Walesa recibieron hoy una sonora ovación en Berlín durante los actos por los 25 años de la caída del Muro (1961-1989).
Los dos líderes históricos, claves en el proceso que culminó con la apertura del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, fueron recibidos de pie y con un estruendoso aplauso en la sala Konzerthaus de la capital alemana, donde acudieron a un concierto aniversario.
Gorbachov, considerado en Alemania uno de los responsables de la reunificación del país gracias a sus políticas de apertura y transparencia en la Unión Soviética, ya había sido premiado antes por la fundación «Cinema for Peace».
El premio Nobel de la Paz aprovechó su discurso al recibir el galardón para subrayar la importancia de la reunificación alemana en 1990 para las relaciones entre occidente y oriente.
«Fue un hito en el proceso hacia el fin de la Guerra Fría. Abrió nuevas perspectivas para el mundo y en particular para Europa», sostuvo el último líder soviético, de 83 años.
Ayer, Gorbachov acusó a Occidente de violar el espíritu de 1989 por la escalada de tensión con Rusia en Ucrania y advirtió que la situación deja al mundo «al borde de otra Guerra Fría».
Más tarde, la Puerta de Brandeburgo, emblema de la ciudad y de la unidad alemana, fue el escenario elegido para la fiesta central del aniversario marcada por la música.
Los conciertos de estrellas alemanas e internacionales como el británico Peter Gabriel alternaron con imágenes históricas en pantallas gigantes ubicadas junto al monumento.
El punto cúlmine llegó ya entrada la noche, cuando la orquesta Staatskapelle dirigida por Daniel Barenboim interpretó el último movimiento de la novena sinfonía de Beethoven (la llamada «Himno a la alegría») mientras «caía» la frontera simbólica.
El amplio programa de conciertos incluye al británico Peter Gabriel y concluye con un movimiento de la novena sinfonía de Beethoven (el conocido como «Himno a la alegría») interpretado por la orquesta Staatskapelle bajo la dirección de Daniel Barenboim.
Los casi 7000 globos iluminados colocados a lo largo de 15 kilómetros del antiguo trazado del Muro comenzaron a elevarse en toda la ciudad -símbolo de la caída de la frontera original- entre gritos de júbilo, aplausos y brindis improvisados.
El Muro de Berlín cayó la noche del 9 de noviembre de 1989 cuando el anuncio de que la RDA otorgaría permisos para salir del país hizo que decenas de miles de berlineses del este se reunieran ante los pasos fronterizos pidiendo cruzar al oeste.
La apertura de los pasos hizo que unos 100.000 visitara esa misma noche por primera vez el Berlín occidental, donde fueron recibidos con lágrimas y abrazos en imágenes que dieron la vuelta al mundo y se convirtieron en icono del final del siglo XX.
Agencias DPA y AP