EL PRESIDENTE DE LA CORTE ASEGURA QUE EL FUNCIONAMIENTO NO SE ALTERARA
Pero el alto tribunal está preparado para seguir trabajando normalmente, incluso después de que Raúl Zaffaroni renuncie en enero próximo, sin que haya ninguna urgencia para que el Poder Ejecutivo la complete
La Corte Suprema, a partir de hoy, funcionará con cinco ministros, como lo estableció la ley 26.183. Pero el alto tribunal está preparado para seguir trabajando normalmente, incluso después de que Raúl Zaffaroni renuncie en enero próximo, sin que haya ninguna urgencia para que el Poder Ejecutivo la complete. Ése era el mensaje que ayer deslizaban en la Corte quienes están cerca del presidente del cuerpo, Ricardo Lorenzetti, y del resto de los ministros.
En el acuerdo de ayer, los jueces hablaron sobre el fallecimiento de uno sus miembros, Enrique Petracchi, y Zaffaroni les reiteró a sus colegas lo que ya había anunciado en privado y en público: cuando cumpla 75 años se retirará de la Corte.
Por eso, cerca de Lorenzetti y de sus colegas se empeñaban en enviar algunos mensajes claros, con un directo destinatario político: la Casa Rosada. El primero, que «la prioridad de la Corte es sobre todo sostener la línea de principio de los fallos que vino dictando hasta ahora. Hicimos un listado de las causas más relevantes y se respetarán esas decisiones», confió uno de los ministros del máximo tribunal. Esto quiere decir, en otras palabras, que nadie, ni el Gobierno ni la oposición, deben esperar grandes cambios.
El segundo, que la Corte en otras oportunidades ya estuvo incompleta y no tuvo inconvenientes en seguir operando. Por ejemplo, ésa es la situación que se presentó a partir de 2004, luego de que Néstor Kirchner, por vía de juicio político, logró la destitución de dos jueces y la renuncia de otros.
Entonces el tribunal, que tenía nueve escaños, siguió funcionando con siete jueces -varios de ellos nombrados por Kirchner- hasta que, en 2006, el Gobierno, en lugar de designar a los que faltaban para completar los nueve, dictó una ley para recorrer el camino inverso y que la Corte viera reducida su composición progresivamente a cinco jueces.
Una vez que renuncie Zaffaroni, como la Corte quedará conformada con cuatro jueces, ante la posibilidad de que pudiera haber empate a la hora de dictar una sentencia, una fuente del máximo tribunal dijo: «En ese caso, la vacante se cubrirá sorteando a un conjuez para un expediente concreto, que será elegido entre los presidentes de las cámaras federales de todo el país. Pero esa situación sólo puede darse excepcionalmente, en uno o dos casos».
El tercer mensaje que hizo llegar Lorenzetti es que «la responsabilidad de la Corte es funcionar». Incluso, «si transitoriamente quedaran tres jueces, tampoco es tan difícil -afirmó otro juez-, porque la Corte viene preparándose para ello».
En cuarto lugar, cerca de Lorenzetti también aseguraron que es «completamente falso que el juez quiera ser candidato a presidente de la Nación» y afirmaron que «esas versiones -que aparecieron reflejadas en Página/12 el fin de semana- no tienen ningún asidero».
Y, finalmente, la Corte también busca dar señales de que no saldrá a confrontar con el Gobierno.
Por un lado, las fuentes consultadas afirmaban: «Si luego de la renuncia de Zaffaroni la Presidenta quiere nombrar a un quinto ministro para cubrir esa vacante, nosotros debemos aceptarlo. Es una decisión exclusivamente política», decían en el alto tribunal, aunque parece difícil que pueda tener el aval de los dos tercios del Senado. También descreían de que la Presidenta quiera volver a ampliar la Corte, cuando fue ella la que defendió fervientemente su reducción a cinco jueces,
En esa misma línea, en el Palacio de Justicia también hacían hincapié en que la Corte «no tiene previsto, este año, tratar temas de trascendencia política» y «tampoco hay ningún motivo para enfrentarse con el Poder Ejecutivo por cuestiones presupuestarias, o con el Congreso».
«La Corte no puede revisar si una ley, como el Código Civil, fue dictada siguiendo el procedimiento legislativo», dicen allí.Fte.lanacion