Kicillof le dijo al mediador que el fallo es de imposible cumplimiento
«?Se dejó en claro que la sentencia de Griesa, tal cual se interpreta, sería de imposible cumplimiento; que reponer el stay sería necesario ya que el caso involucra no sólo a los litigantes, sino que también se podría extender a todos aquellos bonos que no ingresaron a los canjes»
Fue una reunión franca en las que las negociaciones quedaron abiertas. Así resumió el mediador Daniel Pollack el encuentro de cuatro horas que mantuvo ayer en su oficina de Nueva York con el ministro de Economía, Axel Kicillof. Pollack, special master designado por el juez de distrito Thomas Griesa para buscar un acuerdo entre Argentina y los fondos buitre, escuchó de boca del titular del Palacio de Hacienda lo que éste viene repitiendo hace tiempo: que la sentencia del magistrado es «de ?imposible cumplimiento?» y que el país necesita una medida cautelar que le permita cumplir con sus compromisos reestructurados para sentarse a negociar con los holdouts.
«?Se dejó en claro que la sentencia de Griesa, tal cual se interpreta, sería de imposible cumplimiento; que reponer el stay sería necesario ya que el caso involucra no sólo a los litigantes, sino que también se podría extender a todos aquellos bonos que no ingresaron a los canjes; y que obstaculizaría el cobro a los tenedores de los canjes 2005 y 2010»?, insistió Economía ante Pollack, según el comunicado oficial que distribuyó el palacio de Hacienda tras el encuentro.
No obstante, ?»el Ministro reiteró la voluntad de Argentina de seguir dialogando para asegurar condiciones justas, equitativas y legales, lo que implica contemplar los intereses del 100% de los bonistas?», se aclaró.
Pollack, en su propio comunicado, optó por destacar los aspectos positivos: ?»Las discusiones fueron sinceras, los problemas principales fueron identificados, y las partes han indicado una intención de continuar con los encuentros?», afirmó el abogado.
El mediador afirmó que a fines de la semana pasada se había reunido con representantes de los holdouts, encabezados por NML Capital, el fondo del magnate Paul Singer, quienes tienen a su favor la sentencia de Griesa por u$s 1.500 millones, que el Gobierno debe saldar antes de continuar con los pagos de deuda regularizada.
Los fondos buitre le anticiparon al mediador lo que declararon en público: que están dispuestos a cobrar a plazo, en bonos, pero sin quita. El administrador de carteras de NML Capital, Jay Newman, repitió ayer, en una columna en el Financial Times, que aceptarán una solución del tipo Repsol, que no impactará en las reservas del país.
Argentina sostiene que eso es imposible, porque violaría la cláusula RUFO de los bonos de deuda reestructurada, que obliga a equiparar a quienes reestructuraron la deuda defaulteado una mejor oferta a cualquier otro acreedor privado. ?»Kicillof expuso pormenorizadamente la posición de Argentina en el litigio con los fondos buitres?», indicó Economía en el comunicado.
El ministro estuvo acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo López; el secretario Legal y Administrativo de Economía, Federico Thea, el subprocurador del Tesoro, Javier Pargament, y la embajadora Cecilia Nahón.
El Gobierno pide al juez Griesa y a los buitres, por intermedio del mediador, la reposición de la medida cautelar que blindó los vencimientos regularizados durante los últimos dos años, desde que Griesa emitió la sentencia que luego se discutió en distintas instancias judiciales. El viernes 27, Griesa había negado ese stay. Los holdouts sostienen que pedirán el amparo una vez que Argentina haga una propuesta concreta de pago.
La amenaza de nuevos juicios es latente. Si Argentina paga un dólar más a los buitres, puede exponerse a eventuales litigios por u$s 120.000 millones que derrumbarían el canje de 2005 y 2010. Caso contrario, nuevos holdouts pueden sumar nuevos juicios. Se estima que existen en sede judicial pleitos adicionales por la cláusula de pari passu o tratamiento igualitario por u$s 4.500 millones. Eso sin contar que el bufete Bingham McCutchen LLP está convocando a los tenedores de bonos defaulteados que no han obtenido una sentencia judicial favorable ?»teniendo en cuenta el deseo expresado abiertamente por la Argentina para resolver el 100% de su deuda (…) para iniciar los reclamos?», según consignó Bloomberg.