Y ahora quién podrá salvarnos
Las novedades desde EE.UU. traerán ahora un sinfín de negociaciones y apelaciones. Ergo, para el común de la gente la decisión judicial sobre los buitres no traerá ninguna consecuencia inmediata.
Por Carlos Fara: El chapulín colorado no está y la Corte Suprema americana dijo no: Argentina está en problemas nuevamente en su frente externo. ¿En qué contexto de opinión pública respecto a la economía sucede esto?
- La política económica del gobierno tiene más imagen negativa que positiva, aunque recuperándose algo luego de un verano fatal.
- El 58 % cree que hubo cambios en la política económica en los últimos meses.
- Los Precios Cuidados están teniendo un impacto más positivo en junio comparado con marzo: los que creen que los aumentos de precios se han frenado en parte pasó del 24 al 36 %.
- El nuevo índice del Indec progresa en descrédito: en marzo opinaba negativamente el 53 % y en junio el 63 %.
- Los aumentos de precios se deben a los errores de la política económica del gobierno nacional: en marzo lo creía el 40 % y ahora lo pienso el 45 %.
- El 59 % está de acuerdo con que se haya arreglado con el Club de París.
- El 59 % cree que el gobierno está interviniendo demasiado en la economía: con oscilaciones, ese es el promedio de opinión del último año y medio.Las barajas no vienen bien para el gobierno, pero mostraba algunos signos de recuperación respecto a marzo en términos de opinión social.
Ahora bien: el tema fondos buitres es lo que suficientemente complejo como para que la ciudadanía pueda expedirse fácilmente. De la misma manera que sucede con el Club de París, la tendencia general de la sociedad desde la crisis de 2001-2002 es que las deudas hay que pagarlas, buscando la mejor negociación posible para el país. Ni en el peor momento de la crisis hubo mayoría social que promoviese no pagar los compromisos externos.
Las novedades desde EE.UU. traerán ahora un sinfín de negociaciones y apelaciones. Ergo, para el común de la gente la decisión judicial sobre los buitres no traerá ninguna consecuencia inmediata.
Sin embargo, es uno de los tantos temas que generan un clima de incertidumbre en lo económico y que consolida una tendencia de cambio electoral a nivel nacional, más que de continuidad. A nadie le gustan deudores como éstos, pero rápidamente la pregunta que cabrá es si las negociaciones estuvieron bien conducidas.
Como ya se analizó varias veces en esta columna, el gobierno va a navegar en zona de tormenta de aquí hasta diciembre de 2015. Parece poco probable que CFK concluya su mandato con cielo despejado.