BOTNIA: El País recurrirá nuevamente al Tribunal de La Haya
Una vez más la Argentina y Uruguay quedaron ayer al borde de un grave conflicto diplomático por la interminable disputa de la papelera UPM (ex Botnia), situada en la costa uruguaya de Fray Bentos.
En la nueva escalada, el gobierno de Cristina Kirchner anunció que recurrirá nuevamente a la Corte Internacional de La Haya a raíz de la decisión del presidente José Mujica de avalar en «forma unilateral» el aumento de producción de la pastera.
Pero el conflicto diplomático amenaza con expandirse más allá del problema con la pastera: la Argentina adelantó a través de una carta del canciller Héctor Timerman a su par uruguayo, Luis Almagro, que «se procederá a reevaluar todas las políticas de relacionamiento bilateral». Esto significa que se hará una revisión de todos los tratados del río Uruguay, de la política portuaria, los lazos comerciales, los acuerdos por el dragado de los ríos y el intercambio energético, entre otras cosas.
«Esto va en serio. Vamos a redefinir toda la relación bilateral porque ya hemos soportado bastante», expresó un funcionario del Palacio San Martín.
En la carta dirigida por Timerman a su par de Uruguay, Luis Almagro, señaló que «el día de ayer [por anteayer] el Gobierno argentino tomó conocimiento a través de una nota presentada por la Delegación Uruguaya ante la Comisión Administradora del Río Uruguay, que su gobierno ha autorizado hace seis días en forma definitiva el aumento de producción de UPM a 1.365.000 toneladas anuales».
Hasta octubre del año pasado el tope de la producción de la pastera no era de más de un millón de toneladas, aunque Mujica avaló un aumento de producción a 1.2 millones de toneladas. Con la decisión de ayer, Uruguay elevaría otra vez la autorización para aumentar la producción de la pastera, y esto fue lo que molestó a Cristina Kirchner.
«Se trata de un gesto inamistoso de parte de su gobierno en un tema que desde octubre de 2013 ha surgido como una nueva etapa de la controversia entre nuestros países en torno a la violación por parte del Uruguay del Estatuto del Río Uruguay», agregó Timerman en su carta a Almagro.
Para la Argentina, esta nueva medida uruguaya «confirma la ruptura unilateral por parte de su gobierno del mecanismo de información y consulta previa establecido en los artículos 7 al 12 del referido Estatuto, que se encontraba en pleno desarrollo en octubre de 2013 cuando fue interrumpido de manera arbitraria por su gobierno».
El año pasado Timerman había amenazado con ir a la Corte de La Haya, pero finalmente no lo hizo. En medio de ello, Cristina Kirchner y Mujica intentaron un acercamiento para poner paños fríos en el conflicto. Así, ensayaron una tregua en la reunión a solas que mantuvieron en Cuba en medio de la cumbre de presidentes de la Celac. Pero los caldeados ánimos no se apaciguaron.
Luego la Argentina decidió emitir un decreto para prohibir el traspaso de mercaderías a puertos uruguayos y nunca logró avances para las obras de profundización del dragado que reclamaba Uruguay para mejorar la capacidad comercial de sus puertos. A ello se le añadió el malestar de Montevideo por las trabas a la importación de productos uruguayos que impuso la Casa Rosada.
Ayer, el Gobierno exigió a Uruguay que deje «de inmediato» sin efecto la nueva resolución por el aumento de producción de UPM y pidió que «se atenga al cumplimiento estricto y de buena fe de las normas contenidas» en Estatuto del Río Uruguay.
La carta de Timerman señaló que el gobierno argentino decidió recurrir en forma inmediata a la Corte Internacional de Justicia por el incumplimiento uruguayo del Estatuto del Río Uruguay y de la propia sentencia del Tribunal del 20 de abril de 2010.
En aquella oportunidad la Corte de La Haya estableció, luego de casi cuatro años de evaluación, que se fije un mecanismo de monitoreo ambiental conjunto del río Uruguay.
Pero en la práctica este sistema nunca funcionó porque siempre hubo recelos y desconfianza entre ambos países. De hecho, Uruguay denunció el año pasado que la Argentina había ocultado los informes medioambientales del río porque determinaban que no existía contaminación de parte de la pastera de Fray Bentos y sí habría muestras de contaminación en la margen de Gualeguaychú.
La decisión de la Argentina de regresar a la Corte de La Haya reflotó ayer los reclamos de los asambleístas de Entre Ríos, que no descartaban anoche volver a los cortes de ruta en el puente de Gualeguaychú, en señal de apoyo al endurecimiento de la postura de Cristina Kirchner.
Ayer, la empresa finlandesa UPM emitió en Helsinki un comunicado para expresar su satisfacción por haber recibido la autorización ambiental para aumentar su producción. El vicepresidente de Uruguay, Danilo Astori, relativizó esa decisión al sostener que «la autorización concebida previamente era una parte de la que ya se había acordado con anticipación y Argentina estaba en conocimiento [de la medida]».
Algunos funcionarios de la Cancillería evaluaban anoche que de esta forma el gobierno de Mujica blanqueó en cierta forma que cuando en octubre del año pasado decidió aumentar la producción en 1,2 millones de toneladas en rigor ya había acordado sin anunciarlo abiertamente un aumento real de la producción de 1,3 millones como finalmente denunció ayer la Argentina. Pero más allá de estas cuestiones técnicas, el enfrentamiento de fondo entre ambos países va a repercutir más allá del conflicto por la pastera.
UN TEXTO QUE MARCA EL TONO DE LA RELACIÓN
El canciller Héctor Timerman le escribió una carta a su par uruguayo, Luis Almagro, en la que le plantea la severa posición que decidió adoptar la Argentina
Héctor Timerman
Canciller
- «Se trata de un gesto inamistoso de parte de su gobierno (el uruguayo) en un tema que desde octubre de 2013 ha surgido como una nueva etapa de la controversia entre nuestros países»
- «Esta medida uruguaya confirma la ruptura unilateral por parte de su gobierno del mecanismo de información y consulta previa»
- «El gobierno argentino reclama que el gobierno uruguayo deje de inmediato sin efecto esta nueva resolución»
- «Le comunico que el gobierno argentino ha decidido recurrir en forma inmediata a la Corte Internacional de Justicia (…) para lo cual he dado instrucciones de comenzar los procedimientos correspondientes»Fte.lanacion