INTERNACIONAL: Fueron blindadas las cuatro ciudades que visitará Francisco en Tierra Santa
Medidas de seguridad extremas y excepcionales se terminaron de disponer hoy en Amman, Belén y Jerusalén, ante el inminente arribo del papa Francisco, que iniciará mañana su primer viaje a Tierra Santa, un peregrinaje de tres días en el que visitará Jordania, Palestina e Israel.
Miles de agentes de seguridad fueron movilizados en cada una de las etapas del viaje para garantizar la seguridad de un Pontífice que por ejemplo ama los baños de multitud y que rechaza trasladarse en vehículos blindados.
En Amman, fuerzas especiales y antidisturbios serán desplegadas en las calles desde mañana y se le ha dedicado una atención particular a la misa que el Papa celebrará en el estadio internacional.
Las autoridades palestinas anunciaron un despliegue de casi 3000 agentes de seguridad para la visita de Francisco el domingo en Belén, Cisjordania, un tercio de los cuales pertenecen a la guardia presidencial, indicó el portavoz de esta unidad.»Habrá 850 miembros de la guardia presidencial para proteger la visita del papa en Belén», declaró Ghassan Nimr. El dispositivo incluirá «tres círculos de seguridad sucesivos, el último de ellos compuesto por tiradores de élite» en los tejados, precisó.
Los dos primeros círculos incorporarán a jóvenes mujeres de la guardia presidencial, entrenadas por el Grupo de intervención de la gendarmería nacional francesa (GIGN) en Jericó, subrayó el portavoz.
«En total, casi 3000 miembros de las fuerzas de seguridad» serán movilizados, 700 de ellos de la seguridad nacional, 700 de la policía, además de policías de civil y agentes de los servicios secretos a lo largo del recorrido, añadió.
En una entrevista en la televisión palestina ayer, el ministro de Turismo y de Antigüedades, Rula Maya, afirmó que el hecho de que el papa atraviese Belén en un automóvil descubierto mostraba que «Palestina era segura» y animó a los peregrinos cristianos a acudir.
Durante su corta peregrinación, Francisco quiere darse dos baños de multitud, en Amán, en Jordania, el sábado y en Belén el domingo, adonde llegará en helicóptero antes de salir hacia el aeropuerto israelí de Tel Aviv.
«Vamos a desplegar todos los esfuerzos, no solo para proteger al papa sino también para que la visita le sea agradable y permitirle trasladar su mensaje al pueblo», aseguró esta semana Adnan Damiri, portavoz de los servicios de seguridad palestinos.En Israel, informa la policía, se completaron hoy los preparativos para la Operación Manto Blanco que prevé el despliegue de 8500 agentes de seguridad y de casi 2000 militares en una operación logística de las más complejas de los últimos años.En la Ciudad Vieja de Jerusalén, que alberga los lugares santos de las distintas religiones, hay 320 telecámaras de vigilancia, que seguirán no sólo los traslados del Papa sino también los movimientos de judíos ultras, que han multiplicado los actos de vandalismo contra lugares de culto cristianos en los últimos meses.
También hoy apareció una leyenda blasfema sobre una iglesia de Beer Sheva (Neghev), mientras en Jerusalén la policía detuvo a dos judíos con volantes anticristianos. «No pocos lugares de culto cristiano en Israel están bajo protección» reveló ayer a la prensa Talia Lador, una dirigente del Ministerio de Exteriores israelí.
LEGENDARIO ABRAZO
Francisco dijo que su peregrinación tiene como fin observar el 50mo aniversario de la histórica reunión en Jerusalén entre el papa Pablo VI y el líder espiritual de la cristiandad ortodoxa, el patriarca Atenágoras.
Su legendario abrazo en 1964 -con el delgado Pablo casi empequeñecido por el barbudo patriarca de Constantinopla, que medía 1,90 metros- puso fin a 900 años de excomunión mutua y divisiones entre católicos y ortodoxos producto del Gran Cisma de 1054, que dividió a la cristiandad. Fue el primer encuentro entre un papa y un patriarca ecuménico desde 1437, cuando el patriarca José II tuvo que besar los pies del papa Eugenio IV como muestra de sometimiento.
«Este encuentro posibilitó el sendero hacia la reconciliación», dijo el patriarca griego ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, en una entrevista reciente en su oficina de la ciudad antigua de Jerusalén.
El punto culminante del viaje que comienza el sábado será un servicio religioso encabezado por Francisco y el sucesor de Atenágoras, Bartolomeo I, en la iglesia del Santo Sepulcro, donde los devotos creen que fue crucificado y resucitó Jesús.
El servicio tendrá un significado histórico, dado que las tres comunidades cristianas más destacadas que comparten la iglesia -los griegos ortodoxos, los armenios y los católicos- rezarán juntas al mismo tiempo.Fte.lanación