ROMA: Francisco recordó a los sacerdotes que su única novia es la Iglesia
El papa Francisco pidió hoy a los sacerdotes «una renovada fidelidad a su única novia, la Iglesia», y con ello reafirmó el valor del celibato para la Iglesia católica, durante la tradicional misa Crismal de Jueves Santo en la basílica de San Pedro.
Tras haber abierto los ritos de la semana santa con la Procesión de las Palmas y la misa solemne de la jornada del pasado Domingo de Ramos, en la misa del Jueves Santo, como recordó el papa argentino, se rememora «el día de la institución del sacerdocio y de la propia ordenación sacerdotal» y por ello su sermón estuvo dedicado a cómo deben comportarse los sacerdotes.
El pontífice se refirió a la alegría del sacerdote de tratar a la Iglesia como «su escogida y única amada y a serle siempre fiel». Además, llamó a los sacerdotes a la sumisión a la Iglesia.
Sin embargo, Jorge Bergoglio reparó que no se trata sin embargo tanto «de que todos nosotros estemos «inmaculados», pues somos pecadores».
«La disponibilidad del sacerdote hace que la iglesia sea una casa de puertas abiertas, refugio de los pecadores, hogar para los que viven en la calle, casa de auxilio para los enfermos, camping para los jóvenes», dijo el papa en la misa en la basílica de San Pedro.
En ese sentido, subrayó que los sacerdotes que sólo pueden conservar su «alegría» si no se encierran en sí mismos y reciben la ayuda del pueblo y los fieles.
Esta alegría está vigilada, según el Papa, por tres «hermanas», «sor pobreza, sor fidelidad y sor obediencia».
Frente a miles de sacerdotes y un centenar de obispos y cardenales, el papa argentino confesó haber vivido en su vida sacerdotal «momentos de tristeza, cuando todo parece oscurecerse y el vértigo del aislamiento nos seduce».
«Creo que no es exagerado decir que el sacerdote es una persona muy pequeña (…) El sacerdote es el más pobre de los hombres si Jesús no lo enriquece con su pobreza, es el servidor más inútil si Jesús no lo llama «amigo», el más insensato de los hombres si Jesús no le instruye con paciencia», aseguró.
El papa concluyó deseando nuevas vocaciones sacerdotales entre los jóvenes, también rogando «por los recién ordenados» que tienen «la alegría de salir, de hacerlo todo como nuevo, la alegría de quemar la vida por ti», pero también por «los ya tienen varios años de ministerio» y «por los sacerdotes ancianos, sanos o enfermos».
En la misa Crismal también se bendicen los óleos (aceite y bálsamos mezclados) que se utilizan para ungir a los que se bautizan, a los que se confirman y para la ordenación sacerdotal.
Esta ceremonia marca el inicio del Triduo Pasqual, el período de tiempo en el que los católicos conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
LAVADO DE PIES
Más tarde, el Papa realizará el tradicional lavado de pies a doce discapacitados y ancianos en un centro de asistencia de Roma, ceremonia que recuerda el humilde gesto de Jesús en su última cena. Hace un año, el obispo de Roma lavó los pies a una docena de jóvenes presos.
La misa «in Coena Domini» será oficiada a las 17.30 (12.30 en la Argentina) en la Fundación Don Carlo Gnocchi de Via Casal del Marmo, en Roma.
Allí lavará los pies a doce discapacitados de entre 20 y 70 años, de distinta nacionalidad y pertenencia religiosa, que sufren de enfermedades degenerativas y problemas neuromotores, así como Párkinson y Alzheimer.
LA AGENDA PAPAL EN SEMANA SANTA
La celebración de la Semana Santa continuará mañana, Viernes Santo, con la misa de la Pasión del Señor en la basílica de San Pedro y por la noche a las 21.15 hora italiana (16.15 en la Argetntina) acudirá al Coliseo de Roma para el tradicional Vía Crucis.
Las meditaciones de este Via Crucis han sido escritas este año, por voluntad del papa, por Monseñor Giancarlo Maria Bregantini, arzobispo italiano de Campobasso, siguiendo el esquema clásico tradicional de las XIV Estaciones.
Bregantini tratará en sus textos asuntos como el pecado, la economía y la crisis financiera, la corrupción o la indiferencia ante los inmigrantes y el problema del desempleo.
El sábado Francisco celebrará en la basílica de San Pedro la Vigilia Pascual y al día siguiente, Domingo de Resurrección, oficiará la Misa de Resurrección e impartirá la tradicional bendición Urbi et Orbi (a la ciudad de Roma y a todo el mundo).
El 21 de abril, conocido como el «Lunes del ángel», el papa Francisco rezará a mediodía la oración mariana de Regina Coeli con los fieles y peregrinos que se darán cita en la Plaza de San Pedro para escuchar sus palabras y recibir su bendición apostólica.
Agencias EFE, AFP y DPA