viernes 22 de noviembre de 2024 17:19:36

ESPECTÁCULOS: 50 años de Beatlemanía

beatlemania-fotografo-619x348Estén preparados para muchas efemérides relacionadas con los Beatles para los próximos años. De momento, nos tocan vivir las primeras que celebran el medio siglo de cualquier cosa significativa que hayan realizado los Fab Four a lo largo de su carrera. El viernes próximo, de hecho, se festejará una de las más importantes: se cumplen 50 años del lanzamiento de Please please me, el primer disco del grupo, con el que comenzó a tallarse una historia inolvidable, tanto para sus protagonistas como para la historia de la música. El 22 de marzo de 1963 el álbum llegaba a los estantes de las disquerías, precedido por un par de singles que ya habían comenzado a sonar en las radios y llamar la atención de algunos oyentes.

De las 14 canciones incluidas en el disco, ocho llevan la firma de John Lennon y Paul McCartney, poco más de la mitad. Sin embargo, el hecho de que fueran los mismos músicos quienes escribieran sus propias canciones representaba una novedad para la época. En aquellos años, era usual que las estrellas del rock embrionario, como Buddy Holly o Roy
Orbison, contaran con la ayuda de songwriters al momento de grabar sus álbumes. Así es como funcionaba la industria.

Pero los temas firmados por estos dos Beatles ya tenían la madurez y originalidad suficientes para ser aprobados por los productores de los sellos discográficos. En el caso de ellos, quien dio el OK fue George Martin, una figura central dentro del grupo en las instancias de estudio, quien a partir de allí los acompañaría durante toda su carrera.

Tanto EMI como Martin veían en estos cuatro músicos un gran potencial comercial y artístico. Por esa razón la edición de un LP debía ser rápida, tenían que aprovechar el envión de Love me do y Please please me, lanzados previamente como sencillos y con un éxito considerable. Un disco de larga duración era el paso a seguir y había que hacerlo rápido. Además de las canciones que tanto Lennon como McCartney ya tenían escritas, el repertorio de los Beatles se nutría de clásicos de la época, que podían provenir tanto de artistas como Chuck Berry o Little Richard, como de discos de music hall o de boleros.

Los seis covers que incluye Please please me estaban muy bien ensayados por los Beatles, ya que los habían tocado en vivo en muchas oportunidades. Es el caso de canciones como Chains, para la que prepararon una armonía vocal novedosa; Anna (go to him), un tema de Arthur Alexander al que Lennon, muy astutamente, decidió subirle algunos tonos para que su voz adquiriera mayor dramatismo; A taste of honey, una canción que le gustaba a Paul pero no tanto al resto; o Boys, que en los shows representaba el gran momento para Ringo Starr, ya que era uno de los pocos en los que el baterista asumía la voz principal.

La grabación del disco fue muy rápida: 10 canciones en menos de 10 horas (las cuatro restantes provenían de los singles, con sus correspondientes lados B). I saw her standing there es la encargada de abrir Please please me y también intenta representar la energía de los Beatles en vivo. De hecho, es posible que Martin optara por dejar el “one, two, three, four!” de McCartney al comienzo para evocar el espíritu de los conciertos en lugares como The Cavern.

Love me do, el primer gran éxito de los Beatles, es un buen ejemplo de la forma mancomunada que tenían para componer John y Paul, y también para comprender la rigurosidad al momento de grabar. Fue una de las primeras canciones que escribió McCartney, pero los aportes posteriores de Lennon fueron fundamentales para la versión final, que no es la misma que la del single. En la que se escucha en Please please me, quien toca la batería es Andy White, porque Martin no había quedado conforme con la pista original de Ringo. White también grabaría en P.S. I love you, un tema que los Beatles ya venían tocando en vivo y que tenía muy buena respuesta en el público, fundamentalmente en la franja femenina.

Como luego iba a ser costumbre en cada disco de la banda, tanto Starr como Harrison cantaban una canción. En aquel primer disco, George prestó su voz para Do you want to know a secret, que Lennon escribió pensando en el registro vocal del guitarrista, una melodía sencilla inspirada, de acuerdo a algunos biógrafos, en una canción tomada de una película de Disney que la mamá de John le solía cantar cuando era niño.

There’s a place no es de las más recordadas de Please please me; su letra, sin embargo, habla de la forma en que un joven se recluye en sí mismo para evitar la tristeza, sin atender al resto, una actitud que representa, si atendemos a ciertos analistas de la década del 60, un comportamiento generalizado que tendría lugar por aquellos años.

La canción que cierra el álbum es justamente la última que se grabó en aquella maratón de 10 horas: Twist and shout. Tanto los Beatles como Martin y los ingenieros de Abbey Road ya estaban muy cansados, pero tenían que completar la jornada. Lennon estaba a punto de perder la voz después de tanto trabajo, lo cual terminó de definir el concepto: es su timbre desgarrado el que le otorga el toque mágico a la canción y representa asimismo la banda sonora de un fenómeno inigualable dentro de la cultura popular, la beatlemanía.

A 50 años de aquel hito, todavía se escucha el eco de ese grito lennoniano.