POLITICA: El gobierno no les asigna obras a los Intendentes de la UCR, el FAP y la CC, pero también a los cercanos a Scioli y Massa
Son 37 los municipios bonaerenses que en 2013 no recibirán un centavo de los 12.000 millones de pesos del plan «Más cerca: más municipios, mejor país, más patria», que el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, prometió a los intendentes kirchneristas de Buenos Aires y ya empezó a ofrecer en otras provincias.
Los que quedaron afuera no son sólo los jefes comunales de la UCR, el FAP o la Coalición Cívica: la Casa Rosada se cuidó de no incluir en el nuevo plan a los intendentes del peronismo y el vecinalismo cercanos al gobernador Daniel Scioli y al tigrense Sergio Massa. O a cualquiera que no cuente con las credenciales del «cristinismo puro».
De los 24 partidos de la primera sección electoral, los que quedaron afuera del plan fueron Carlos Selva, de Mercedes; Luis Acuña, de Hurligham; Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas; Massa; Luis Andreotti, de San Fernando, y Gustavo Posse, de San Isidro.
Selva está enfrentado abiertamente con La Cámpora, que intentó destronarlo en 2011 con Juan Ustarroz, hermano de crianza del diputado Eduardo «Wado» de Pedro. Cariglino, desde su ruptura en las mismas elecciones, se convirtió el enemigo municipal número uno del kirchnerismo.
El «histórico» Acuña, por su parte, no sólo se muestra públicamente con Massa, sino que fue uno de los pocos intendentes que defendió la candidatura presidencial de Scioli. También Andreotti quedó afuera por su vínculo con Massa, a quien el kirchnerismo ve como rival. El caso de Posse es más simple: es radical. A los 18 municipios restantes, De Vido les prometió $ 3000 millones en obras. De los quince distritos de la segunda sección, los únicos intendentes que no fueron convocados por De Vido fueron los dos radicales: Héctor Gutiérrez, de Pergamino, y Walter Santalla, de Ramallo. Al resto, la Casa Rosada les prometió obras por $ 658 millones.
La tercera sección electoral, que concentra las situaciones de marginalidad más apremiantes y donde todos los intendentes se muestran alineados con el kirchnerismo, fue la más beneficiada: De Vido prometió obras por 5760 millones de pesos. «Sin el apoyo del gobierno nacional, las obras que hubiéramos podido hacer serían insignificantes», se sinceró Gustavo Sobrero, de Lobos, al salir de una de las reuniones con el ministro.
Lo paradójico es que, en privado, los intendentes premiados por la Casa Rosada no se confiesan demasiado entusiasmados con las obras prometidas. Primero, porque pese a que los encuentros con De Vido comenzaron en junio, todavía no recibieron un solo centavo. Ni un documento firmado. Creen que recién en abril podrían ver los primeros trabajos iniciados. El cálculo lo hacía un intendente de la tercera sección, que sumaba las semanas que requiere una licitación, oponer las ofertas, recibir y disponer los recursos. «Si es que no hay impugnaciones, porque si no terminás esperando años para empezar la obra», completó, dando cuenta de su desconfianza.
El segundo motivo de la falta de entusiasmo pasa por el monto de las obras. «Quieren que nos juguemos por Cristina por migajas. Por un cordón cuneta», decía un jefe comunal de la primera sección. Sucede que De Vido promete obras con mano de obra intensiva para que los intendentes puedan generar empleo durante el año electoral, pero todas muy acotadas. Los valores ni se comparan con las últimas obras importantes que aún ejecutan: las que les giró Néstor Kirchner, antes de las elecciones de 2009.
Los pedidos forman parte de la liturgia ensayada de cada encuentro con De Vido. Como en la cuarta sección electoral, prometió 400 millones de pesos en obras, pero dejó afuera a cinco intendentes: el massista Gilberto Alegre (General Villegas) y los radicales Mario Meoni (Junín) y Walter Battistella (9 de Julio); además de Sergio Buil (Rivadavia) y Enrique Tkacik (Hipólito Yrigoyen), ambos del FAP.
La quinta sección se lleva los premios por la cantidad de intendentes discriminados por la Casa Rosada, que prometió 1033 millones de pesos en obras, pero dejó afuera a 11 municipios: seis de la UCR, uno de la Coalición Cívica y un vecinalista. También quedaron afuera los kirchneristas Patricio Hogan (Miramar) y Marcela Passo (General Lavalle), cercanos a Scioli y a Massa, y el vecinalista Gustavo Pulti (Mar del Plata), afín al gobernador. Otros seis radicales se quedaron sin los 850 millones de pesos que De Vido prometió en la sexta sección.
De Vido prometió obras por 270 millones de pesos entre los 22 municipios de la séptima sección. Dejó afuera a los tres opositores de la región: Victoria Borrego, de 25 de Mayo (Coalición Cívica), y los radicales Alejandro Celillo (General Alvear) y Carlos Gorosito (Saladillo). Este último, el más duro al denunciar la discriminación política que hace la Casa Rosada con fondos públicos. Por La Plata, donde gobierna Pablo Bruera, un kirchnerista en quien la Casa Rosada nunca confió, De Vido ni siquiera pasó.
Desde Planificación no contestaron las llamadas de LA NACION. Lo habían hecho en julio, cuando dijeron que «en breve» se iban a invitar a los intendentes opositores. Nunca sucedió. No por nada, el plan «Más cerca», en principio, se llamó «Más modelo».FTE TEXTUAL lanación.com.ar