sábado 23 de noviembre de 2024 08:46:12

POLITICA: La periodista Marcela Pacheco sigue en huelga de hambre por su despido de Canal 7

«Mis familiares y amigos me dicen que pare. Yo no quiero morirme, pero no voy a aflojar, quiero que mi caso sirva para algo». Decidida «a seguir hasta el final», Marcelo Pacheco continúa la huelga de hambre que comenzó el 27 de agosto con el objetivo de «recuperar el espacio» que, asegura, le quitaron en la Televisión Pública en 2006.

 

«Busco que me devuelvan la palabra, que me dejen ejercer mi tarea con verdadera libertad, mi tarea de periodista«, le explica a Clarín. Pacheco, de 49 años y una larga trayectoria en TV (América, CVN, «Medios locos», junto a Adolfo Castelo, Gillespi y Mex Urtizberea, entre otros) hace referencia a su trabajo como conductora de Visión 7 tercera edición, el noticiero de la medianoche de Canal 7 que condujo desde 2004 y durante dos años. «Me echaron porque decir lo que pensaba», cuenta.

La historia de Marcela Pacheco en la Televisión Pública se remonta a 2004, cuando llegó a través de la fallecida Ana de Skalon, quien por entonces era la directora de noticias. «Yo le advertí que no era una presentadora convencional, pero ella confió en mí casi sin conocerme. Era una persona maravillosa y leal», recuerda. Rápidamente, Marcela impuso un estilo propio, fresco, descontracturado -inusual para aquel momento en el mundo de las noticias- al que también sumaba un fuerte contenido de opinión, a partir de una visión crítica de la realidad del país. «Mientras estuvo Ana, desde el oficialismo nunca se metieron conmigo. Pero cuando ella murió, en 2006, las cosas cambiaron. Me quedé sin un referente, sin alguien que me bancara». Y sigue: «¿Cómo te hacen sentir que te están controlando? De muchas maneras. Te hacen saber que te están mirando. Por ejemplo, de repente venían y te tiraban ‘che dijo (Néstor) Kirchner que pusiste cara cuando lo mencionaste‘.

 

En ese contexto, ya con Rosario Lufrano en la dirección del canal, hubo dos hechos que Pacheco señala como los que terminaron por sellar su salida del canal: «Primero, después de una nota sobre Kirchner, dije que me gustaría saber por el destino de los fondos de Santa Cruz. Y, luego, el 25 de mayo de 2006, hablé de ‘plaza marketinera’ por un acto que había organizado el Gobierno. Dos semanas después, el 6 de junio, no me dejaron salir más al aire». La explicación oficial de la salida de Pacheco la dio Néstor Piccone, quien por entonces era el coordinador de contenidos del Sistema Nacional de Medios Públicos: «Nuestro objetivo con respecto al informativo es volver al periodismo, no ser ni oficialistas ni opositores, garantizar la multiplicidad de voces para que el oyente se arme su propia idea».

Seis años después, sin trabajo y sin ingresos, cuenta que estuvo a punto de perder la casa en la que vive en el barrio de Devoto.»Soy una víctima de la censura oficial, nadie puede decir que no es así. Quiero que alguien se haga cargo de esto que me hicieron, que me devuelvan mi lugar». Aunque admite que el panorama no es el más alentador, ya que desde que arrancó la huelga de hambre ha recibido apoyo de colegas y de mucha gente, pero nadie del oficialismo se acercó para ponerse al tanto de su situación. «No me llamó nadie, en el Gobierno se hacen todos los distraídos».

Pacheco, de todos modos, explica que durante mucho tiempo optó por no mediatizar su problema «para no hacer lío» y que no recurre a la huelga de hambre con la intención de revancha, ni de escrachar al Gobierno, sino por reivindicar la libertad de expresión. «Soy periodista, no me puedo callar lo que pienso». Y, entre lágrimas, agrega: «Me callé para no molestar, pero ahora creo que hay que hablar y no resignarse a que esté bien que el poder político te tape la boca. Me parece espantoso de una gestión que, encima, te habla de eso y toma las banderas de un momento como fue la resistencia en la dictadura, en el que mi familia también fue víctima».

Por último, Pacheco remarca que su salida de la Televisión Pública no sólo le impactó en lo económico, sino también en lo anímico. «Estuve muy mal, al borde de la locura, porque es muy duro cuando no te dejan hacer lo que sabés hacer. Y yo no sirvo para hacer otra cosa que no sea ejercer el periodismo». Fte.clarin