ECONOMIA: CONTABILIDAD RECREATIVA. EL RESULTADO FISCAL DEL AÑO 2011
ARTICULO PRODUCIDO POR EL ECONOMISTA DR. RODOLFO ROSSI EX PRESIDENTE DEL BCRA, OARA EL MULTIMEDIOS PRISMA.
El Resultado Primario del Sector Público Nacional del año 2011, informado oficialmente el día 24 de Enero pasado, alcanzó un superávit de $ 4.921 millones. Rigurosamente, sin la inclusión de ingresos extraordinarios de $ 23.390 millones, el resultado real hubiera alcanzado un déficit de $ 18.469 millones. Los ingresos extraordinarios fueron provenientes de utilidades devengadas y distribuidas, con emisión monetaria, por el Banco Central y utilidades de similar tipo, distribuidas por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSES.
Las citadas utilidades devengadas, no podrían ser objeto de su distribución al Tesoro Nacional. Al respecto, la Ley Número 25.917, de Régimen de Responsabilidad Fiscal establece, en su artículo 19°, que «La medición del resultado fiscal surge de la diferencia entre los resultados percibidos y los gastos devengados», constituyéndose esta norma de aplicación obligatoria para todo el Sector Público.
Por si ello fuera poco, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES esta siendo, continuadamente, descapitalizado a través de transferencias de «utilidades», tal como si se tratara de un ente jurídico comercial, desvirtuando su carácter de «fondo de reserva previsional de y para los jubilados».
Resultó curioso al respecto, la observación realizada por el Vicepresidente de la Nación, en ejercicio, a la fecha de la presentación del comentado resultado fiscal, de la Presidencia: «El superávit no tiene un fin en sí mismo. Es la herramienta que le permite al Gobierno lograr más y mejores trabajos, aumentar las jubilaciones a los jubilados, seguir mejorando la educación.» En tal afirmación omitió citar, que justamente el «superávit fiscal alcanzado», fue resultado de la captura de utilidades del Fondo de los Jubilados, a quienes a su vez, se les niega generalmente, una retribución justa y equitativa, acorde con los aumentos de «los precios de las góndolas» e incluso, se les incumple en el tiempo y en forma, con las sentencias favorables de la propia Corte Suprema de Justicia, en sus respectivas demandas.
El resultado final del Ejercicio del año 2011 alcanzó, incluyendo erogaciones financieras, un saldo negativo de $ 37.268 millones, que aumentaría a $ 60.658 millones (aproximadamente US$ 14.700 millones), de omitir las transferencias, anteriormente citadas, del BCRA y de la ANSES. Tal déficit supera el 3,2 % del PIB, constituyéndose en el más elevado desde el año 2003.
Interesante es señalar, que tal déficit se ha logrado con un excelente nivel de recaudación impositiva, que superó en un 32 % a la realizada en el año 2010. Los gastos fiscales superaron tal porcentaje.
En 2011, los subsidios económicos alcanzaron a $ 74.497 millones. Después de bastante tiempo, el Gobierno observa que muchos de ellos fueron innecesarios o, que incluso, hubo un «aprovechamiento» por parte de algunos beneficiados. ¿En la responsabilidad de su concesión y mantenimiento, no habrá habido alguna falla en su respectiva supervisión?
Ahora resulta necesario «la sintonía fina» o para ser más precisos «un ajuste general», ya que el problema mayor de los eventuales futuros desequilibrios, es su financiamiento, o para ser más precisos su «falta de financiamiento».