POLITICA: Según la ley promulgada en 2009, el partido o alianza que no alcance el 1,5% de los votos en las primarias no podrá participar de la general del 23 de octubre.
A tres semanas de las elecciones internas, abiertas y simultáneas, los partidos políticos más chicos están detrás de un objetivo: 300 mil votos. Es que ese será, aproximadamente, el piso que les permita obtener el derecho de participar en las elecciones generales de octubre, teniendo en cuenta la participación del 73% del padrón electoral de los últimos comicios.
Sin dudas, el límite pone en riesgo la participación de los partidos más pequeños, aquellos que no suelen tener un caudal de votos muy amplio pero que, en muchos casos, representan a sectores históricos de la política argentina.
Una de esas fuerzas es la del Frente de Izquierda de los Trabajadores, que tiene como candidato a la presidencia al dirigente del Partido Obrero Jorge Altamira. Lo mismo ocurre con Proyecto Sur, que tiene como candidata a la Presidencia a la diputada nacional Alcira Argumedo.
Mañana lunes estará listo el padrón definitivo para las elecciones de agosto. Hasta el jueves, había 28.839.557 millones de ciudadanos habilitados para votar, lo que supondría que un precandidato a la presidencia debería conseguir en agosto unos 432 mil sufragios. Aunque como se consideran sólo los válidamente emitidos, se estima que con 300 mil votos se alcanzará ese piso. Cifra que, de todas formas, en muchos casos será muy difícil de alcanzar.
Pero no sólo están en juego las candidaturas presidenciales. Quienes aspiren a una banca en el Congreso de la Nación también tendrán que superar un límite. Allí deberán llegar al 1,5% en el distrito en el que se presenten. Y varias listas pueden quedar afuera.En Capital serán necesarios unos 28 mil votos, pero en provincia de Buenos Aires la cifra trepa hasta 120 mil.
Además del Frente de Izquierda y Proyecto Sur, hay otros partidos que verán muy complicada su participación en octubre: el casi desconocido Movimiento de Acción Vecinal, que postula a Darío Pastore, junto al Partido del Campo Popular, que candidatea a José Bonacci, cuenta con escasas chances de pasar a las generales.