POLITICA: Felipe Solá se bajó de la candidatura presidencial
Felipe Solá anunció hace unos veinte días que no será candidato a presidente. Lo escucharon los dirigentes que acompañaron su aventura hasta último momento y ahora están obligados a encontrar un destino para no quedarse afuera de la elección de octubre.
El armado político de Solá era básicamente bonaerense y luego que anunciara su paso al costado de la pelea grande, su fuerza se dividió principalmente en dos orientaciones, por razones meramente utilitarias: los del conurbano acompañarán a De Narváez, aunque cuidando de no mostarse muy cerca d Alfonsín; y en el interior de la provincia se volcarán por Eduardo Duhalde y Graciela Camaño.
La primera muestra de esto último se vio esta tarde en el Sheraton: el diputado provincial felipista Marcelo Di Pascuale, de Monte Hermoso y jefe del bloque del Pro Peronismo en la Legislatura bonaerense, participó del lanzamiento de la fórmula Eduardo Duhalde-Mario Das Neves.
Lo hizo con discreción: se sentó en el sector reservado para los enviados por Das Neves para evitar fotos con la vieja guardia duhaldista que escolta a Camaño, como Antonio Arcuri, Carlos Brown y Daniel “Chicho” Basile.
Un destino similar tomará el diputado Mario Cura, oriundo de Olavarría, en un movimiento que seguirán la mayoría de los felipistas que circulen aún por el interior bonaerense. La razón es simple: en esa zona la UCR es fuerte y un acuerdo con el frente que armaron con De Narváez no les dejaría margen de acción para terciar con su candidatura. Por eso, se inclinan por cerrar con el duhaldismo donde tienen mas margen para avanzar y ser candidatos en octubre.
En el conurbano la situación es distinta. Solá nunca perdió la compañía de dirigentes de la poderosa tercera sección electoral, algunos de ellas con buenas elecciones en sus espaldas.
Un caso es el de José Alessi, de Avellaneda, quien en 2007 estuvo a unos votos de robarle la intendencia a Baldomero “Cacho” Álvarez, esa vez en la boleta de Cristina Kirchner.
Dos años después obtuvo 12 puntos en una elección en la que el Acuerdo Cívico y Social escaló a 23. Es que en Avellaneda siempre hubo un voto radical que ahora se volcaría a Alfonsín y, de rebote, podría recaer en Alessi, que enfrentará a un Cacho Álvarez atacado por varias colectoras kirchneristas, como la de su antecesor Oscar Laborde.
Otros felipistas son Mercelo Simonetti (Esteban Echeverría), Eduardo Schiavo (Quilmes) y Juan Carlos Piriz (La Matanza), quienes ya revalidaron su pasa a las filas del colorado en un acto que organizó el ex diputado Ricardo Giacobbe. A ese encuentro le siguió otro en la primera sección que no tomó trascendencia.
Necesitado de votos, De Narváez ya dio muestras de que intentará buscar a candidatos que miden con los gestos que le envió a los Pro Ramiro Tagliaferro (Morón), Jorge Macri (con ganas de pelear Vicente López) y Emilio Monzó (Carlos Tejedor, con peso en la cuarta sección electoral).
Pocos creen que desechará a los felipistas, quienes preparan un acto para el 18 en La Matanza en el que sí estaría invitado Alfonsín. De Narváez tiene en la región a Osvaldo Mércuri (Lomas de Zamora) y el sindicalista Alberto Roberti (Avellaneda).
El destino de Solá es una incógnita. Quienes lo frecuentan aseguran que por primera vez debe evaluar el precio de una derrota y eso lo atormenta. La opción más palpable es continuar con la diputación hasta 2013 y evaluar el escenario electoral para dos años más tarde. Pero esa será otra historia.
Cada uno por su lado, De Narváez y Duhalde le hicieron ofertas a Solá para apropiarse de su tropa. El primero lo imaginó como compañero de fórmula de Alfonsín, antes de que el radical eligiera a González Fraga; mientras que Duhalde lo imaginó candidato a senador nacional o a gobernador. Ninguno tuvo una respuesta positiva.