JUSTICIA: Barreda otra vez en su casa
El odontólogo Ricardo Barreda, condenado por matar a su familia, podrá volver a vivir en el departamento del barrio porteño de Belgrano donde cumplía el arresto domiciliario -que hace unas semanas había violado-, porque la Sala I de la Cámara Penal de La Plata decidió devolverle ese beneficio.
Los camaristas Pedro Soria y María Oyhamburu revocaron la medida de su colega, Raúl Dalto, que había vuelto a encarcelarlo, y resolvieron que Barreda había estado «justificado» en una urgencia médica cuando se comprobó que salió de su casa el día 17 de enero pasado, luego de ser dejado por el Servicio Penitenciario en la puerta de su edificio.
Aquel día Barreda fue filmado por un canal de televisión mientras caminaba por las calles de Belgrano con una bolsa de nylon en sus manos, a varios metros del edificio donde estableció residencia.
Para Dalto, a Barreda se lo veía «mirando vidrieras» más allá de los argumentos con los que quiso explicar su salida, y quedó «claro» que no se encontraba frente a una urgencia médica.
Sin embargo, sus colegas de la Sala I escucharon a la propietaria de la farmacia a la que Barreda dijo haber ido -que no había declarado hasta ahora- y su testimonio mejoró la situación del condenado, dijeron voceros judiciales.
Fue por eso que la Sala I decidió devolverle el beneficio del arresto domiciliario que había perdido el 26 de enero cuando fue llevado primero a la cárcel de Gorina y luego al penal de Olmos.
«Ahora Barreda deberá cumplir los requisitos que ponga el Servicio Penitenciario Bonaerense, que serán los responsables del traslado, y volverá ahora a su domicilio», dijo el abogado defensor Eduardo Gutiérrez.
Así, el abogado confirmó que Barreda volverá a vivir junto a su pareja Berta André, pese a trascendidos que indicaban que el odontólogo habría hablado frente a los peritos psiquiátricos que lo entrevistaron de una supuesta mala convivencia con su mujer.
«Nunca han estado mal, esos han sido trascendidos», dijo el letrado.
Los camaristas que hoy decidieron devolverle el arresto domiciliario son los mismos que deberán resolver una segunda apelación presentada por el defensor del odontólogo referida a la denegatoria de la libertad condicional y definitiva.
Barreda fue condenado en 1995 por haber matado a escopetazos el 15 de noviembre de 1992, en su casa de La Plata, a su esposa, Gladys McDonald (57), a su suegra Elena Arreche (86) y a sus hijas Cecilia (26) y Adriana (24).
El odontólogo contó que su mujer le pidió que limpiara telarañas del techo y al buscar los elementos halló la escopeta con la que cometió la masacre. El argumento del homicida fue que las mujeres lo sometían a maltratos y humillaciones.
Después de una larga pulseada judicial para tratar de revertir el fallo o evitar la cárcel, consiguió que en 2008 la Justicia le otorgara el arresto domiciliario en Belgrano, donde vive con su actual pareja, a la que conoció en prisión.
Su defensa peleaba en el último mes por conseguir la libertad definitiva de Barreda, al entender que estaba cumplida la pena.
El juez Dalto entendió que le correspondía en todo caso la libertad condicional por los años pasados en prisión (30 años y siete meses, según el cálculo), pero rechazó concedérsela en base al informe de los cinco peritos psiquiátricos del Servicio Penitenciario que indicaron que Barreda no podría contenerse ante «una situación hostil».