viernes 22 de noviembre de 2024 18:29:59

BRASIL: La presidenta Dilma Rousseff sostuvo que «la Argentina es un actor estratégico de la políttica exterior de su país»

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó que Argentina es uno de los «actores estratégicos» de la política exterior de su país y anticipó que los ejes de su visita a Buenos Aires serán la cooperación comercial y en el área de energía nuclear y la coordinación en organismos multilaterales.

«La Argentina es uno de los actores fundamentales, uno de los elementos estratégicos para nuestra política externa», destacó esta tarde Rousseff en diálogo con la prensa brasileña, en la ciudad de Porto Alegre, donde inauguró una usina de una represa y se reunió con el gobernador de Rio Grande do Sul, Tarso Genro.

El primer destino de sus viajes al exterior de la presidenta brasileña será Buenos Aires, adonde llegará el lunes acompañada por los ministros de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota; de Hacienda, Guido Mantega; de Desarrollo Social, Tereza Campelo; de Energía, Edson Lobao; de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante; y de Desarrollo, Industria y Comercio, Fernando Pimentel.

El gesto de elegir a la Argentina como primer destino internacional fue presentado como la reafirmación de la alianza estratégica y la prioridad que el Planalto continuará dando a la relación bilateral y a la región.

Rousseff reconoció que en el pasado Brasil «daba las espaldas a la Argentina y miraba solamente hacia Europa y los Estados Unidos», pero hoy «sin detrimento de aquellos países, tenemos que percibir que el desarrollo de nuestro país implica necesariamente el desarrollo de la región».

Al respecto, según citaron los diarios Folha y Estado, Rousseff agregó que «la Argentina es fundamental para el posicionamiento de Brasil en América Latina» y enfatizó que «el desarrollo de Brasil pasa por la asociación con los países de la región».

Según Rousseff, la agenda del encuentro con la presidenta Cristina Kirchner será la cooperación comercial, la coordinación en los organismos internacionales como el G20 y la tarea común en el área de la energía nuclear.

Por su parte, el asesor presidencial para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, explicó que Rousseff quiere impulsar una nueva fase de la integración productiva con Argentina para crear entre los dos países las bases de un «poderoso eje productivo».

«Queremos que América del Sur sea un polo de este nuevo mundo multipolar que se está constituyendo», manifestó el funcionario en declaraciones a Folha.

García precisó que la idea es acelerar la integración productiva en algunos sectores como el automotor, en el que «hubo una cierta desnacionalización de la producción de autopartes», pero que también se buscará «agregar valor al petróleo y tendríamos que desarrollar una parafernalia industrial gigantesca en la región».

Rousseff permanecerá en Buenos Aires apenas 24 horas, y en su acotada agenda, que obligó a descartar una posible visita al Museo de la Memoria en el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, la mandataria brasileña se entrevistará por la mañana a solas con su anfitriona en Casa de Gobierno.

Ambas, recibirán en la misma Casa Rosada a integrantes de las asociaciones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, para posteriormente sumarse a reuniones paralelas de los equipos ministeriales.

Según el cronograma previsto, cada uno de los ministros tendrá un encuentro con sus contrapartes argentinas, previo a que las dos presidentas suscriban una serie de acuerdos, y ofrezcan una declaración conjunta a la prensa.

Tras las actividades de trabajo, Rousseff será agasajada por el gobierno argentino con un almuerzo de honor en el Palacio San Martín, y se espera que luego emprenda el regreso a Brasil.

Argentina es el tercer socio comercial de Brasil detrás de China y Estados Unidos, mientras que Brasil es el principal mercado de la producción local.

En 2010, Argentina tuvo un déficit de 4.100 millones de dólares en la balanza comercial con Brasil, luego de haber registrado superávit en 2009.

El comercio creció un 177,89 por ciento en 2010 respecto de 2009 por medio del Sistema de Moneda Local, es decir, la utilización en las transacciones de pesos y reales en lugar del dólar, lo que permitió desdolarizar la balanza en un 8 por ciento, según datos del Banco Central.

Especialistas brasileños en comercio exterior consideran que en 2011, con el esperado mayor intercambio comercial, los negocios en reales y pesos, sin dólar, puedan llegar al 15 por ciento de la balanza bilateral.