INTERNACIONAL: La Justicia española decide si envia a prisión o nó a los argentinos detenidos con 900 kilos de cocaína
La situación procesal de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá y de Gastón Miret, los tres argentinos hijos de brigadieres detenidos en Barcelona con 900 kilos de cocaína, será definida en las próximas horas.
Según consignó la agencia Télam, queda poco tiempo para que venza el plazo que tiene el juez a cargo de la investigación para decidir si serán enviados a prisión o liberados.
Cruces. Fuertes cruces se generaron en torno a la detención de los tres argentinos. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que la empresa Medical Jet -dueña del avión que trasladó la droga- «nunca trabajó» para el ex presidente Néstor Kirchner, como informaron algunos medios.
Fernández explicó que Kirchner en junio del 2003 ordenó la intervención del PAMI y «nombró a Juan González Gaviola que denunció estos negociados» y subrayó la relación que existía entre esa empresa y Luis Barrionuevo.Por su parte, el dirigente gastronómico negó tener vínculos con los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, dos de los detenidos en España. En ese sentido, Barrionuevo sostuvo que su relación con la empresa aérea fue sólo comercial. «Jamás me hizo un viaje gratis», señaló en diálogo con radio La Red.
Según informó DyN, Barrionuevo había usado un avión de la empresa en los viajes que realizó a su provincia natal, Catamarca, al tiempo que Gustavo Juliá fue gerente del PAMI, el instituto donde el peronista mantuvo su área de influencia.Hermetismo. En tanto, en España, la causa judicial iniciada tras la detención de los argentinos avanza en medio de un fuerte hermetismo.
Fuentes del Consulado prefirieron no expedirse y delegaron la atención del caso en la Cancillería argentina.
Por su parte, en la Guardia Civil de Barcelona se limitaron a confirmar la operación y aseguraron que se trató de «tres personas que están detenidas en Barcelona», aunque se negaron a ratificar sus identidades y la cantidad de droga secuestrada. «Fue una operación de grandes proporciones», dijeron.
El comunicado que iba a ser difundido ayer fue postergado e iba a ser entregado hoy a las 12 hora local (8 de la Argentina), pero fue suspendido por orden del juez de instrucción de El Prat, que mantiene el secreto de sumario.
Aunque el hecho ocurrió el 2 de enero, recién trascendió ayer por una filtración dada «la enorme magnitud y complejidad» del operativo, dijeron a LA NACION fuentes calificadas y cercanas a la investigación.
Hijos de brigadieres. Fuentes policiales citadas por la agencia oficial de noticias Télam informaron que dos de los detenidos son Gustavo Juliá, piloto de la aeronave, y su hermano -cuyo nombre no fue revelado-, ambos hijos del fallecido brigadier general José Juliá, jefe de la Fuerza Aérea durante la presidencia de Carlos Menem.
El tercer hombre, también argentino, y que fue el copiloto en el vuelo que partió desde Buenos Aires y que hizo escala en Cabo Verde -donde habría sido cargada la droga- fue identificado como Gastón Miret, hijo del brigadier mayor José Miret, que fue secretario de Planeamiento de la Presidencia durante la última dictadura militar.
Otras fuentes también dieron cuenta de la detención de un cuarto hombre, pero que luego habría sido liberado por la policía española al no encontrarse vinculado con esta operación de tráfico de drogas.
El avión, un jet ejecutivo Bombardier Challenger 604 incautado por efectivos de seguridad del aeropuerto catalán, según las versiones difundidas por la prensa española, pertenece a la compañía argentina Medical Jet, especializada en traslados médicos, de la cual Gustavo Juliá es accionista.
Su arribo al aeropuerto de Barcelona, un destino cuya elección despertó sospechas entre las fuentes consultadas por LA NACION por el elevado nivel de seguridad que caracteriza a esa terminal aérea, era esperado por los Mossos de Esquadra -la policía catalana- el domingo pasado, que tenía la orden del juzgado de instrucción de El Prat para inspeccionar la aeronave.
A las 15 de ese día, en una jornada de gran actividad en el aeropuerto por la cercanía con la festividad por el fin de año, los tres argentinos fueron inmediatamente arrestados poco después de arribar a Barcelona, luego de que los perros especialmente entrenados para descubrir sustancias ilegales ayudaron a constatar a los efectivos de seguridad que la carga transportada por el jet era cocaína.
Los próximos pasos serán tratar de descubrir cómo y cuando llegó la cocaína a Cabo Verde.
«La droga sin duda salió de América del Sur. Ahora tendremos que investigar cómo fue el tráfico hasta Cabo Verde. Posiblemente haya sido por vía marítima», sostuvo un investigador.
Es posible que detectives expertos en narcotráfico de la Policía Federal colaboren con sus colegas españoles para tratar de averiguar qué banda de narcotraficantes pudo haber vendido la droga a los sospechosos detenidos en Barcelona.