domingo 22 de diciembre de 2024 10:45:05

CASO CANDELA: La Ministra Garré tiene en estudio la creación de una fuerza para casos de secuestros extorsivos

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Los cuestionamientos a la investigación del secuestro de Candela Rodríguez , que estuvo más de una semana raptada sin que 2000 policías bonaerenses abocados a su búsqueda tuvieran una pista firme sobre su paradero, aceleró en el gobierno nacional la elaboración de un plan para crear un organismo federal que investigue delitos complejos.

Según pudo saber La Nacion, la ministra de Seguridad, Nilda Garré , tiene desde hace días sobre su escritorio una propuesta de reingeniería de las fuerzas federales que apunta a crear un cuerpo de investigadores al estilo del FBI norteamericano, que se ocupe de delitos como los secuestros extorsivos , el narcotráfico y la trata de personas. Este cuerpo federal, analizan en el Ministerio de Seguridad, unificará bajo un comando central las direcciones de investigaciones complejas de la Policía Federal, de la Gendarmería y de la Prefectura Naval.

La idea de crear un cuerpo especial de investigaciones ya había sido analizada durante los primeros meses del gobierno de Néstor Kirchner, cuando el entonces ministro Gustavo Béliz elaboró una propuesta que, finalmente, no prosperó al dejar el funcionario su cargo. Ahora, los asesores de la ministra Garré creen que se trata de la que sería una de las herramientas más eficaces contra el crimen organizado. «Es necesaria una reforma en el sistema de investigación de delitos complejos, un área en la que hoy cuesta incluso cruzar datos básicos entre diferentes sectores», comentó un funcionario que está al tanto de la situación de seguridad nacional.

Aquellos que conocen internamente de las investigaciones federales afirman que la falla central está en las formas de obtención de datos y análisis. Reconocen que en la mayoría de los casos se depende de una red de contactos, de delatores, «buchones». Esa manera artesanal de investigar provoca dos problemas que son analizados en el Ministerio de Seguridad. Por un lado, forma una dependencia de las voces del hampa que no sirven en todos los casos, y, por otra parte, conforma una serie de irregulares lealtades entre policías y delincuentes, que, en muchas ocasiones, deriva en el armado de bandas mixtas.

La propuesta escuchada por Garré implica no sólo una variante en la dependencia orgánica de los recursos humanos, que pasarían a depender de un control unificado con mando a cargo de funcionarios, sino también una preparación diferente, más cercana a la especialización que reciben las tropas especiales (los grupos de asalto, como el GEOF de la Policía Federal) que la formación corriente en investigaciones.

Y un punto que resultaría un golpe de impulso para incentivar a los investigadores: el pago de un salario superior del abonado a sus colegas de otras áreas.

Más allá de tomar como punto de partida al personal que está formado en tareas de represión al delito complejo, una futura agencia federal de investigaciones apostaría a consolidar una separación de tareas entre aquellos que opten por prepararse como «sabuesos» y quienes prefieran dedicarse a la seguridad de proximidad, a la contención de ciudadanos contra el delito callejero.

Una separación de funciones de esas características ya se realizó en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), creada durante el gobierno de Néstor Kirchner. En esa fuerza se dividió la tarea de prevención del delito en sectores de inteligencia criminal y trabajo policial cotidiano. Con la idea de adiestrar al personal en una capacitación por competencias, la elección de un área específica de labores implica que el agente sostendrá toda su carrera dentro de ese rubro: el agente que es investigador no pasará a estar parado en puestos fijos de guardia y quien ocupe ese lugar no será transferido luego a investigaciones.

LOS PLANES

A diferencia del frustrado proyecto de Beliz durante el mandato de Néstor Kirchner, en esta ocasión las propuestas impulsadas por el ministerio de Garré cuentan con un respaldo en la Casa Rosada, lo que ya permitió radicales modificaciones en el área, como el ingreso de la Gendarmería y de la Prefectura en la ciudad de Buenos Aires.

Cuatro puntos básicos componen la estrategia de seguridad contra el delito complejo en la región metropolitana:

 

  • la creación de la agencia federal de investigaciones;

 

 

  • la introducción de 6000 efectivos de la Gendarmería en el conurbano;

 

 

  • el reemplazo de la Policía Federal en las comisarías de la zona sur de la ciudad por personal de la Gendarmería y de la Prefectura,

 

 

  • y el trabajo policial en forma de «pacificadores» dentro de las villas, como sucede en las favelas de Río de Janeiro.

 

En el Ministerio de Seguridad se afirma que esa presencia de diferentes uniformes en los barrios de la zona sur de la ciudad tiene que ver con el intento de desarticular núcleos duros de narcotraficantes. Esas bandas ya habían instalado un jardín de infantes y un par de comedores comunitarios en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores. El inicio de un trabajo social a partir de la droga fue lo que disparó la alerta en el gobierno nacional y decidió una reforma de la seguridad porteña.

A fin de año, también se desplegará en los asentamientos de la zona sur de la ciudad un grupo de policías que trabajarán exclusivamente dentro de las villas, con una formación profesional diferente destinada a acercar al Estado a los habitantes de esos territorios.

Dentro de esas modificaciones de fondo en el trabajo policial, la creación del cuerpo especial de investigación es una de las propuestas que tiene más fuerza en los principales niveles de decisión del Ministerio de Seguridad. Al igual que el FBI norteamericano, actuaría por pedido de jueces federales y también al ser requeridos por gobernadores.

El caso de Candela Rodríguez expuso finalmente las fallas del sistema de seguridad. Miles de policías no pudieron encontrar con vida a la niña, sin importar los posibles vínculos de su familia con el delito. Por eso se apuntará ahora a profesionalizar las investigaciones.

LOS PLANES DE GARRÉ 

Operativo Centinela
Gendarmería, en Bs. As.
Una de las primeras medidas dispuestas por la ministra de Seguridad, Nilda Garré, fue el envío de 6000 gendarmes al conurbano bonaerense; se ideó ese plan para reforzar la seguridad callejera con operativos de saturación.

En villas de la ciudad
«Pacificadores» 

El Ministerio de Seguridad prepara en estos días un cuerpo especial de policías federales que trabajarán dentro de los asentamientos marginales; será un cuerpo de «pacificadores», formados a semejanza de sus pares de Río de Janeiro.

Cinturón Sur
Cambios en zonas calientes
En julio último, se decidió reemplazar a los policías de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires por 2500 gendarmes y prefectos. Se puso el foco, en especial, en las villas 1-11- 14 y Zabaleta, por ser consideradas almacenes de drogas.

Nueva iniciativa
El FBI criollo
En el Ministerio de Seguridad se tiene un diagnóstico sobre las fallas en las investigaciones policiales que derivaron en una propuesta estudiada por Garré para formar una agencia federal de investigaciones de delitos complejos. Fte.lanacion.com.ar

2 pensamientos sobre “CASO CANDELA: La Ministra Garré tiene en estudio la creación de una fuerza para casos de secuestros extorsivos

  1. En todo caso, Juan Carlos, en la provincia hay mucha «mafia-ciudadana»: familias metidas en negocios que, la Justicia (algunos jueces, abogados, fiscales), algunos funcionarios del legislativo y del ejecutivo (en la figura de colaboradores, cómplices, consumidore y productores) amparan.
    Todos los caminos conducen a un sólo lugar: el gobierno (suma de tres poderes) por acción y omisión amparan la delincuencia.

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